• Miguel Ángel Meléndez Nava
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Hace unos días la clase política y la sociedad tlaxcalteca se sorprendieron con los comentarios que vertieron el Gobernador Mariano González, y el Presidente Municipal de la Capital del Estado Adolfo Escobar, y no porque estén fuera de lugar, sino porque a tres años de gobierno el Ejecutivo Estatal mostró una nueva imagen con uno de sus adversarios políticos,  pues para nadie es desconocido su antipatía con personajes que no son afines a su partido, esta nueva actitud del Gobernador y del Presidente Municipal, dieron pauta a un sinnúmero de comentarios, en su mayoría buenos, ya que los dos personajes mostraron que conocen el arte de la política, lo que seguramente permitirá que en tres años de gobierno la capital del Estado recobre su desarrollo.

A tres años de Gobierno Marianista, el tejido social todavía no está restituido, ya que  el gobierno a remado contracorriente, primero; porque sus adversarios políticos han capitalizado los errores del nuevo gobierno, y segundo; porque el actual gobierno carece de operadores políticos que posicionen la imagen gubernamental, quienes han tenido esa responsabilidad no están identificados con los tlaxcaltecas o trabajan para sí mismos como Mario Armando,  aunado a esto los jóvenes servidores públicos son de aparador, no tienen compromiso político con quien gobierna, sí acaso le tienen miedo por su carácter, pero carecen de proyecto y un ejemplo claro son las tres  derrotas electorales que tiene muy mal parado al actual gobierno,  hoy a tres años de distancia el Ejecutivo estatal manda el primer mensaje de respeto, de diálogo y concertación política, quizás viendo hacia el futuro, por su parte Adolfo Escobar Jardines, da muestras de madures y de tener ya tablas políticas pues el reconocer el trabajo del mandatario estatal y el prestarse a trabajar unidos, es señal de que es un hombre de futuro, que ha aprendido la lección de, ¿para qué pelearse con sansón?, el ex secretario de gobierno sabe lo que juega y porque lo juega, seguramente su buena relación con Rafael Moreno Valle, le ha permitido ver un horizonte diferente y futurista.

Ojalá esta buena relación del gobernador con el edil capitalino, permita cambiar la imagen no sólo de Tlaxcala capital, sino de las poblaciones colindantes principalmente para  el arreglo de la Rivereña, que si bien pertenece a San Juan Totolac, hay el total apoyo del Presidente Erasmo Atonal, para que cambie la imagen de este lugar, de ahí que es urgente  que las autoridades policiacas y de transito regulen la circulación en la población de Acxotla del Rio, ya que los días lunes y sábado se forman verdaderos caos viales que a visitantes de otros estados incomoda y quita el interés por visitar la capital tlaxcalteca, por cierto hablando de imagen urbana, es urgente que el gobierno del estado y los municipios conurbados a la capital, regulen o cierren los antros en la Rivereña, pues es triste ver como señoritas y jóvenes estudiantes a las 7 y 8 de la noche dan espectáculos deplorables, ojalá Salubridad, el Coeprist, Protección Civil, Seguridad Pública, hagan algo para cerrar esos centros de vicio, pues según los dueños no les hacen nada porque tienen influencias de muy alto nivel.

Pasando a otro tema, me llamó la atención las declaraciones del Diputado local Serafín  Ortiz, quien trato a los Diputados priistas de gandallas, porque según él fueron voraces con las comisiones, acaso ya se olvidó al ex rector, que en la UAT, sólo una familia manda, a eso ¿cómo se le llama?.  Siguiendo con grilla a la ex diputada local Eladia Torres, la enterró políticamente el Diputado Refugio Rivas, pues la ex directora del COBAT, no fue capaz de ganar la dirigencia estatal de MC, el dicho popular reza “que el que a hierro mata, a hierro muere”. Por cierto, hablando de diputados el joven legislador perredista Santiago Sesin Maldonado, anda muy activo políticamente, su actitud y trato con la gente, le adjuran un buen futuro político, se ha rodeado de gente con experiencia como el periodista Martin Rodríguez y más jóvenes profesionistas, bien por el Apizaquense.