• Reyes Ruiz Peña
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No se que opine usted, estimado lector, pero es verdaderamente inaceptable e incongruente, la actitud de la mayoría de los alcaldes de nuestro estado, que con el pretexto de la celebración de el día del niño, el pasado 30 de abril, organizaron diversos eventos, y destinaron recursos del erario publico para la compra de juguetes, que regalaron a una determinada cantidad de pequeños de sus municipios. La intención puede ser noble y de buena fe, sin embargo, nunca se alcanza a cubrir la totalidad de la población infantil de sus comunidades, y de acuerdo a datos fidedignos, en la mayoría de los casos es solo el 10 por ciento –aproximadamente- de los niños quienes reciben un obsequio en esta fecha.

Estoy de acuerdo que las autoridades quieran hacer felices, aunque sea por un momento, a las niñas y niños de sus municipios, sin embargo, solo logran quedar bien con algunos, ya que, es común escuchar la frase: “no alcanzaron, para todos”. Dejando a la mayoría de los pequeños con un sentimiento de desilusión.

¿Como es posible que en el caso de Apizaco, se contraten paginas completas en los periódicos, donde aparece el presidente municipal, mostrando su enorme dentadura, entregando juguetes a un grupo de pequeños, para informar que ha sido “toda una semana de festejos para los niños de Apizaco”. En el caso del periódico de mayor circulación en el estado, una pagina de información de carácter político llega a costar hasta 20 mil pesos, habrá que sumarle a esto el pago que se realiza a otros medios de comunicación, resultando una cifra considerable, solo para difundir que el presidente se puso a regalar juguetes, como si eso fuera una prioridad de su pueblo habiendo tantas y tantas carencias y necesidades que se debieran atender con responsabilidad.

Pero esto no es todo, pues apenas se terminaba de “festejar a los niños”, cuando de inmediato inicio otro festejo, “el del día de las madres”, y se repitió la misma historia, gastar y gastar, solo para protagonizar  actos, que pretenden vender la imagen de un “buen gobernante”, cuando en realidad  se esta completamente alejado de sus responsabilidades , pero sobre todo, de la ciudadanía, que no termina de entender, la clase de autoridad, que hoy –desafortunadamente- tenemos en Apizaco.

Estoy convencido, que el mejor regalo para los NIÑOS, las MAMÀS y dentro de unos días para los PAPÀS, sería tener un gobierno de resultados, y que cumpliera con su obligación de trabajar honestamente y con entusiasmo, en beneficio de sus ciudadanos, pues la realidad que se vive en Apizaco y seguramente en todo el estado, es la creciente inseguridad que padecemos todos los días, pues la ola de robos a casa habitación, de autos, de negocios, asaltos, etc. Y todo lo relacionado con la delincuencia que ha crecido en los últimos meses, información que no se da a conocer a la opinión publica, es el reflejo real, de lo que verdaderamente esta sucediendo en nuestro municipio.  Esto, es solamente un ejemplo, de lo que acontece, en el caso de la inseguridad, sin embargo, los problemas que enfrentamos los apizaquenses se multiplican cada día, ante la ausencia de autoridad en nuestro municipio.

   

  

                                                              

 

                                                                   FRASE PARA LA REFLEXION

“EL PROTAGONISMO EXAGERADO E INNECESARIO, SOLO ESCONDE LA INCAPACIDAD PARA GOBERNAR.”

Nota:

Hablar de el “día del maestro”, que se celebra cada 15 de mayo, hoy en día es complicado hacerlo, sobre todo, por los escándalos que han surgido en el tema de la educación en nuestro país, y Tlaxcala no es la excepción, se mencionan cifras millonarias, que se destinan a miles de maestros que cobran sin trabajar y cientos de escuelas que no cuentan con drenaje y luz, pero sobre todo carecen de profesores con capacidad para enseñar.

Lo bueno, es que no se puede generalizar y mucho menos señalar, solo lo negativo de este importante y respetable gremio, pues estoy completamente seguro que aún existen verdaderos profesores que cumplen día a día la misión de educar, enseñar, y hacer de sus alumnos, hombres de bien.

La imagen que hoy tenemos de los maestros, se ha ido  denigrando y empobreciendo, en la medida en que se ha dado a conocer, la realidad que vive el magisterio en México.

 

 

 

Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Gracias y hasta la próxima.