• Rodolfo Moreno Cruz
No se puede decir que se trataba de una fiesta de borrachos sino de una conferencia magistral de Lorenzo Córdoba[1].

 

Twitter: @rodolfomoreno_o

Al igual que en las mejores reuniones bohemias, hubo desbordamiento de optimismo, nostalgia, e incluso nuevas proyecciones en lo que, dijo “serán las elecciones más grandes de la historia”. Todo lo descubrí porque en una tarde de esta semana un amigo, al hacer la limpieza de su despacho, tiró el agua sucia sobre un periódico. Entonces me percaté de que en la cara de Lorenzo Córdoba estaban los restos de un aguacate.  Lo limpie y leí una frase que me llamó la atención: “estamos muy lejos de lo que son las democracias caras como son las de Estados Unidos”. Entonces me entró una duda: ¿debí de haber dejado los restos del aguacate? En fin, más allá de esta anécdota personal, me pareció muy oportuno subrayar algunas de las desafortunadas afirmaciones del presidente del INE. Veamos.

El INE ha hecho su solicitud de presupuesto. Y las cifras resultan llamativas: 802 millones 725 mil pesos para el pago de compensación que recibe el personal, para debates presidenciales se prevé gastar 11 millones 545 mil pesos y así la lista continua. Bajo esta situación Lorenzo Cordoba, con argumentos difusos y mal entre hilados, quiso afirmar lo siguiente: 1) es necesario invertir porque eso asegura una mejor democracia y 2) la democracia Mexicana no es cara. 

Sobre el primer argumento, se debe considerar que no siempre la existencia de mayor recurso significa mayor democracia. El propio Lorenzo Córdoba afirmó que Estados Unidos tuvo las elecciones más caras del mundo. A pesar de ello, y conforme al Índice de democracia 2016, el país más democrático es Noruega, dejando en el lugar 25 a Estados Unidos; México ocupa el lugar 67. Bajo este mismo índice, México tiene una calificación de 4.38 en cultura política (función que por cierto le corresponde al INE).  Esa calificación de cultura política mexicana es idéntica a los de países como Guinea Ecuatorial, República democrática del Congo, Bareín, y Ruanda.

Sobre el segundo argumento, hay que precisar que el costo de la democracia depende de otros factores y no sólo de las cifras que se manejan. Dicho de otra manera, las cifras por si solas, no nos pueden decir si ella es cara, barata o es todo una ganga.    Algo puede resultar caro o barato no solo en comparación con artículos de la misma naturaleza sino fundamentalmente con sus resultados como política pública. Invertir en democracia significa que con ello deberíamos tener mejores instituciones. Pero México siempre ha tenido presupuestos muy benevolentes en inversión democrática pues ya desde los 90’s México era el país que mejor subsidiaba campañas (solo antecedido por Austria, Francias y Suecia)[2] y sin embargo, nuestras instituciones democráticas siguen mostrando altas deficiencias. Al menos así se establece en el Índex de Rule of Law de World Justice Proyect. Aquí, se señala que México ocupa la posición 88 con una calificación de .46; así que otorgar más dinero a algo que no ha significado progreso, sería como premiar a un alumno que no realiza su tarea.

En fin, aunque el presidente del INE haya tratado de matizar los costos de la democracia en México, la realidad es que nuestra Democracia si es muy costosa. Y habría que crear mecanismos de eficiencia más que aumento presupuestal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1]  Conferencia "Fiscalización y cancha pareja para la propaganda política. Contribuciones del INE de cara al 2018". La conferencia se subió a internet en la siguiente dirección electrónica: https://www.youtube.com/watch?v=0S_55AyBNw8

[2] Cfr. Kevin Casas-Zamora y Daniel Zovatto, “El costo de la democracia: apuntes sobre la regulación del financiamiento político en América latina”. P. 12