• Rodolfo Moreno Cruz
Hace algunas semanas, en este mismo lugar, se comentó que nuestra democracia era vergonzosamente una de las más caras y de las menos eficientes[1].

 

Twitter: @rodolfomoreno_o

 

Hoy, México vivé una situación dramática pues el número de damnificados y de daños efecto de los sismos de las últimas semanas ha ocasionado una tragedia paralizante. La sociedad civil organizada ha dado muestras, una vez más, de que México no es el gobierno, ni las figuras políticas, sino las y los ciudadanos. Ha exhibido el rostro de egoísmo feroz de las y los políticos y como contrapartida el rostro de un pueblo altruista. Y con justo reclamo, han colocado el dedo en la llaga de la maquinaria política: exigieron a los partidos políticos la donación del dinero de campañas políticas para la reconstrucción de México.

La iniciativa, generada en la plataforma change. org[2] la originó un usuario con el nombre de Alfredo Aguirre de la Ciudad de Monterrey[3]. Twitter la acogió con simpatía; Facebook, le aplaudió.  Las redes hicieron lo suyo y se consolidó la petición. Durante el trayecto sucedieron varias cosas. López Obrador ofertó el 20 %[4] del gasto de campaña, y la réplica del INE por conducto de algunas voces dijo que la propuesta era ilegal. A partir de ahí, la mayor parte de partidos y políticos re direccionaron su opinión. Enrique Ochoa afirmó que renunciaran al 25 % del financiamiento anual[5]. Incluso un grupo de senadores manifestó que era necesario un decreto de emergencia[6] y se re canalizaran tanto los fondos destinados para campaña como los del financiamiento anual.   En una acción mucho más llamativa, los representantes del Frente Ciudadano, propusieron que se diera el 100%[7].  Finalmente,  el INE, a través de Lorenzo Córdoba[8], reconsideró y afirmó que sí se podía hacer realidad la exigencia de #PartidosDenSuDinero y que solo estaban diseñando el camino técnico legal[9].

A todo esto, se debe rescatar la lección que la ciudadanía ha dado a los partidos políticos. Es una lección de patriotismo constitucional, entendido este no como un documento emitido por una legislatura, y mucho menos como una figura relacionada con las y los políticos. Sino como una fórmula, a la Habermas, de una sociedad plural y heterogénea unida con un mismo objetivo: Una sociedad civil unida, activa y reclamante[10].  

 

 

* Especialista en derechos humanos. Es licenciado en derecho y cuenta con estudios de posgrado por la Universidad Carlos III de Madrid. Ha sido asesor de políticas públicas en gobiernos municipales y legislaturas estatales. Cuenta con obra publicada en materia de derechos humanos y argumentación jurídica.

[1] Vid. Presupuesto y elecciones: “comunícame tu ardor” pareció afirmar Lorenzo Córdoba.

[2] https://www.change.org/p/inemexico-donar-los-casi-7-000-millones-de-los-partidos-a-v%C3%ADctimas-del-sismo-7-sep-y-19-sep

[3] En su cuenta de Twitter aparece como Alfredo Alonso, @ALFREDOALONSOA y señala que es promotor del Software Libre Consultor de T.I. en México con 30 años de experiencia . LSCA del ITESM. Estudios en la Texas U.T. Defensor de animales. Patriota.

[4] https://twitter.com/lopezobrador_/status/908335171786723329

[5] https://twitter.com/EnriqueOchoaR/status/911007492242538503

[6] https://twitter.com/ErnestoCordero/status/910984612159148035

[7] https://twitter.com/RicardoAnayaC/status/911357217718149120

[8] https://twitter.com/lorenzocordovav/status/911044994013609984

[9] Han sido varias las propuestas técnicas. Algunos dicen que es necesario una reforma legal. Algunos más que es necesario una reforma constitucional pues el artículo 105 establece muy claramente que “Las leyes electorales federal y locales deberán promulgarse y publicarse por lo menos noventa días antes de que inicie el proceso electoral en que vayan a aplicarse, y durante el mismo no podrá haber modificaciones legales fundamentales”.

[10] Habermas lo dice de esta manera: “ La ciudadanía democrática desplegará una fuerza integradora, es decir, creará solidaridad entre extraños, si se hace valer como un mecanismo con el que se realicen de facto los presupuestos para la existencia de las formas de vida deseadas”[10]