• Juan Lemus Suárez
En el Estado de Tlaxcala y como muchos de la república, tenemos un modo de administración prevaleciente, que siempre se ve limitado por leyes, las cuales en lugar de apoyar el desarrollo de nuestra sociedad, la atrasan, pues sus regulaciones afectan con ciertas barreras.

Y puede que quien lea esto, determine que es absurdo, que las leyes no son barreras, sino un símbolo de protección, de respeto y reglas; para el mejor funcionamiento de los gobiernos, sin embargo quizás se tenga un poco de contradicción.

Es decir parece que hay que seguir pasos para poder tomar una decisión, bueno siendo más específicos les daré un ejemplo: “El Instituto Nacional Electoral y partidos políticos se negaron a realizar una aportación del presupuesto que se tiene destinado para las campañas electorales del 2018; sería ir en contra de la ley, señalaron algunos representantes de partidos.”

Esta decisión que ciertamente genero mucha controversia después de lo ocurrido en el sismo del 19 de septiembre; lo que nos hace pensar que con leyes y decisiones no hay coherencia, pues podemos ver que además de todo existe cinismo de los gobernantes, y al final la justificación es esta: “sería ir en contra de la ley”.

Dado el ejemplo es donde se puede tener razón, pues en nuestro sistema político son barreras, las cuales dentro de nuestra actualidad no permiten el progreso, ya que pareciera que en la toma de decisiones se necesita permiso de alguien, para poder llevar a cabo el desarrollo de  diversos proyectos.

El prevaleciente respeto de ciertas leyes en nuestro sistema político genera atraso, ya que durante el proceso de aceptación para ciertas decisiones se pierde tiempo y también aceptación social, pues cabe resaltar que muchas veces dentro de este proceso las leyes suenan absurdas a ciertas adecuaciones.

Es también importante decir que como Estado deberíamos optar por que los funcionarios públicos hagan la toma de decisiones de manera adecuada a la situación, pues a veces  dejar a un lado ciertos permisos podría mejorar el avance público.

Además con decisiones adecuadas  y no limitadas, podría llevar a que los funcionarios lleven sus deberes de manera más rápida y con mucha mayor impacto a la sociedad.