• Ángelo Gutiérrez Hernández
El uso de la Procuraduría General de la República (PGR) y del Sistema de Administración Tributaria (SAT) para golpear a opositores políticos y en especial, en contra del adversario del sistema con mayores posibilidades de triunfo, como es Ricardo Anaya Cortés, representa no solo un peligro para la democracia mexicana sino para el desarrollo social de nuestro querido México.

Ante el crecimiento en las preferencia electorales y el amplio recibimiento que tiene la propuesta de Ricardo Anaya, precandidato a la presidencia de la República de la coalición que formamos PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y en lo local el PAC, el gobierno usa de manera facciosa las instituciones del Estado para tratar de revertir esta condición que les llevaría a perder el poder.

De manera especial, la PGR ha sido utilizada como un brazo del poder netamente político y con una selectividad que asusta, porque sin importar trastocar principios constitucionales e internacionales, procede de manera hasta vandálica en contra de Ricardo Anaya.

Es ridículo que la Procuraduría se encuentre subordinada al Poder Ejecutivo, desde hace mucho tiempo que tenía que ser dotada de autonomía plena, pero no se ha hecho y ahora queda claro el porqué de la negativa por transformar a la institución, porque el uso faccioso de ésta se veía venir, por desgracia de la democracia.

El presidente Enrique Peña Nieto y su partido el PRI, hacen el uso faccioso de las instituciones con falsas acusaciones a Ricardo Anaya Cortés y a partir de ello, quieren crear cortinas de humo para tratar de desviar la atención social sobre los fraudes orquestados o auspiciados por su candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña y efectuados en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)

También han formado verdaderas fumarolas de humo para desviar la atención ciudadana y de la opinión pública en asuntos tan delicados  como es el desvío de recursos en la Sedesol, que de manera objetiva dio a conocer la Auditoría Superior de la Federación (ASF) o bien, uno se pregunta por qué en el tema de la investigación de Odebrecht, que ya concluyó desde hace más de cuatro meses, no han dado a conocer las indagatorias

A pesar de que existen cientos de casos de corrupción o de otros delitos graves, de manera selectiva y con fines políticos, la PGR se ha focalizado en perseguir, y hostigar a Ricardo Anaya con la única finalidad de tratar de disminuirlo política y moralmente.

Sin embargo, no hay nada en esos señalamientos, solo preocupación del PRI-Gobierno de que su candidato no levantará en esta contienda electoral y que faltan pocos días para que logremos el cambio de un régimen corrupto por uno de legalidad y de grandeza para México, ese el que representa Ricardo Anaya Cortés.