• Enrique Gasga Ventura
El edificio denominado “Plaza Bicentenario”, fue construido como proyecto del ex gobernador Héctor Ortiz para albergar eventos culturales de importante nivel nacional;

pero la campaña negra absurda orquestada como ya es sabido por el también ex gobernador Mariano González contra este edificio y contra la imagen de su antecesor por envidia, o quizá y simplemente porque pensó que así desviaría la atención hacia su mal gobierno, ensució sobremanera durante más de un sexenio el trabajo de Ortiz Ortiz con base en mentiras, rumores e invenciones perversas, pero hoy con el rescate de este inmueble el tiempo parece empezar a poner las cosas en su lugar.

Lógicamente dicho rescate de este enorme edificio ahora destinado a albergar al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), por sí sólo no limpiaría la imagen injustamente ensuciada de Héctor Ortiz por sus múltiples detractores de una clase política que ha gobernado por años Tlaxcala, y que lamentablemente sigue ocupando lugares privilegiados en el gobierno.

El actual gobernador Marco Antonio Mena atinadamente está haciendo su parte para poner en funcionamiento la “Plaza Bicentenario”, y ya que su gobierno vive un momento difícil por la forma incierta en que el gobierno presidencial de Andrés Manuel López Obrador habrá de liberar los recursos federales para las entidades, esto complica su administración que aún no ha podido hacer obras de impacto social.

Ante dicha situación Marco Mena podría virar su gobierno hacia la recuperación de otras obras importantes creadas en el sexenio de Héctor Ortiz; pero que fueron detenidas, o cercenadas por  Mariano González Zarur recuperando así el beneficio para un número importante de tlaxcaltecas.

Ahí está la “Central de Abastos”, obra encaminada a apoyar a miles de comerciantes, a la generación de empleos y el abasto de miles de familias con productos alimenticios a bajo costo; y cuya obra también detenida por González Zarur ha impedido enormes beneficios.

Ahí están los servicios de salud en todos los hospitales creados en el gobierno de Ortiz Ortiz, y los cuales disminuyeron enormemente a la salida de la administración orticista; así como el abasto de medicamentos y la atención médica.

Ahí están los hospitales de la Mujer y el Hospital Infantil de Tlaxcala (HIT), este último que durante el sexenio de Héctor Ortiz contó con atención de médicos especialistas e importantes servicios para niños con cáncer de familias de bajos recursos; pero cuya atención también fue eliminada por Zarur en forma por demás insensible.

Si Marco Mena lograra recuperar dicha atención de especialistas en el HIT y en otros hospitales para gente de bajos recursos como lo hizo Ortiz Ortiz en su momento, seguramente no pasaría a la historia como un gobernador priista más; sino como uno que al menos hizo algo por sus paisanos.

Pero cuánto pesará para la clase gobernante actual y pasada, reconocer que –en mi opinión-, se han equivocado con Héctor Ortiz, y por no darle su lugar como un gobernador que simplemente cumplió con su trabajo y más, en un contexto de ex gobernadores que mantuvieron la imagen de atraso de la entidad, que en lugar de esto siguen mancillando su imagen y atacando sus obras, y con ello impidiendo el acceso de la gente a beneficios que dichas obras traerían para los tlaxcaltecas.

Pero la explicación de esto es sencilla; durante aproximadamente los últimos cincuenta años, o más (con la excepción del gobierno de Héctor Ortiz), el gobierno de Tlaxcala ha estado en poder de unas pocas familias acaudaladas: los González, los Sánchez, los Fernández y otras familias bien conocidas que sólo se han rolado el gobierno.

En este contexto, Héctor Ortiz tuvo el atrevimiento de romper en su momento con esta “mafia del poder”, por llamarla de alguna manera, que ha habido en Tlaxcala.

Esto lógicamente no gustó a los grupos de poder, la mayoría no lo podía creer cuando Héctor Ortiz ganó la gubernatura arrebatando de tajo el negocio a dichas familias; y en segundo lugar haberse atrevido a hacer demasiadas obras para un sexenio: hospitales, autopistas, universidades, la imagen urbana, etc., esto fue reprobable para una clase política acostumbrada a trabajar poco y ganar millones a costa del atraso de los tlaxcaltecas.

Que si Héctor Ortiz es un salvador, no. Pero si es un ex gobernador que hizo la diferencia por mucho con los otros ex gobernadores, y ahí están las estadísticas, sólo por recordar un ejemplo en un comparativo hecho hace algún  tiempo entre los gobiernos de Ortiz y Zarur, la diferencia es abrumadora pues González Zarur no dejó una sola obra importante, y si canceló muchos beneficios a los tlaxcaltecas.

Por qué atacan tanto a Héctor Ortiz, porque es más fácil hacerlo pasar como un mal gobernante aunque sea con rumores infundados y mentiras que superarlo.

Alguna vez Héctor Ortiz que poco se ha defendido de los ataques de sus detractores seguramente porque son la mayoría de familias a quienes a su salida regresó el poder, dijo, palabras más palabras menos que la historia juzgaría su trabajo; hoy este primer paso para el rescate de la “Plaza Bicentenario”, puede ser un inicio que puede ir reivindicando la imagen del ex mandatario.

Pero sería mucho pedir a los gobiernos de Marco Mena y los que vengan que reivindiquen la imagen del ex gobernador Héctor Ortiz, no, eso como dijo él, lo hará la historia; pero al menos que rescaten las obras de beneficio directo para miles de familias tlaxcaltecas, la atención especializada de salud para familias de escasos recursos, eso yo creo que es lo más importante; que reactiven la política social, quieran tantito a Tlaxcala.

En otras ocasiones que he hablado del gobierno de Héctor Ortiz se me ha atacado por defender parte de su trabajo; pero no me gustan las injusticias; si se me va a criticar háganlo no con insultos ni replicando la campaña negra de mentiras que en su momento hicieron sus detractores, háganlo con números, cifras, datos y obras reales y verificables de otros ex gobernadores en las últimas décadas, eso sí me dará satisfacción algunas ha de haber.

Muchas veces criticaron la “Plaza Bicentenario”, pero sin ningún fundamento, sólo descalificaciones; pero hoy CONACYT la va a ocupar, y con ello las descalificaciones a esta obra se irán a la basura.

En mi opinión el deseo común debería ser que todos vayamos en el mismo sentido de mejorar la calidad de vida de todos, no sólo de unos cuántos; de combatir todos la grave inseguridad que en los últimos ocho años se ha disparado en la entidad; ya no podemos darnos el lujo de seguir peleando ni desgastándonos tratando de hacer quedar mal a quienes piensan diferente a nosotros, la situación es muy difícil para todos; rescatemos las buenas cosas y trabajemos por el bien común, nuestros niños necesitan de un Tlaxcala mejor. Aprovechemos el momento coyuntural que vivimos.