• Pedro Morales
Sin duda el panorama político del país se nota con negros nubarrones de tormenta que se acercan inexorablemente a medida que se acercan los tiempos para el relevo presidencial, o lo que es lo mismo el inicio de la llamada “Cuarta Transformación”.

No había transcurrido ni una semana de que el presidente electo anunciara a pocos días de convertir su sueño dorado hecho realidad, sentarse en la silla presidencial y tomar las riendas del país para un “cambio verdadero”.

Pero las piedras en el camino se convierten en rocas que no dejan pasar a nadie, dos casos están en puerta, uno el del nuevo aeropuerto de la CDMX, que enfrenta irregularidades y sobre todo la oposición de los dueños de la tierra que son los ejidatarios.

Nadie los había tomado en cuenta, pero los comisionados de AMLO ya recorrieron la zona y van de sorpresa en sorpresa, por los abusos de los constructores y del propio gobierno federal.

La cuestión es la forma en que se apropiaron o adquirieron las miles de hectáreas para construir el mega proyecto que se encuentra entrampado en la línea divisoria del cambio de gobierno, quien sabe que es lo que vaya a pasar.

Esto recuerda que en Tlaxcala hay por lo menos mil 200 hectáreas en la región de Tlaxco, Buenavista y Atlangatepec que fueron expropiadas por el gobierno federal y estatal, mientras  que la construcción del puerto seco no ha visto colocado un solo ladrillo del proyecto.

La otra papa caliente fue la reafirmación de AMLO ante el gobierno y los tlaxcaltecas, en el sentido de que la Secretaría de Cultura se mudará a Tlaxcala a partir del primer día de gobierno.

La noticia fue recibida con reservas en Tlaxcala, en primera instancia por el lugar a donde se instalará el monstruito federal que de entrada ya obligó a las protestas de los sindicalizados de esa dependencia federal que para nada se quieren venir a Tlaxcala a buscar nuevos horizontes.

A TLAXCALA NO: TRABAJADORES DE SECRETARÍA DE CULTURA HACEN PLANTÓN EN CASA DE TRANSICIÓN

Dicen que Sergio Mayer se haga cargo de los asuntos de Cultura en la Cámara de Diputados… pasa, pero que los quieran mandar a Tlaxcala sin siquiera invitarles un cafecito, no es aceptado por trabajadores de la Secretaría de Cultura.

Aunque no sean parte del NAICM, los trabajadores de la Secretaría de Cultura piden ser consultados – o mínimo una mesa de diálogo – antes de que con ellos arranque el plan de descentralización.

Y hasta que esta exigencia no sea atendida, los funcionarios mantendrán un plantón en las afueras de la casa de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

El Universal da cuenta de que el Sindicato Nacional Democrático de los Trabajadores de la Secretaría de Cultura amenaza con negarse a aceptar la descentralización de la dependencia a Tlaxcala si no se atienden sus demandas...

Hace unos días, AMLO refrendó su intención de mandar a varias secretarías a diferentes puntos de la República. Ya saben, el proyecto con el que se pretende descentralizar al gobierno federal.

El caso es que la primera dependencia que será desenraizada de la CDMX, según adelantó López Obrador, será la Secretaría de Cultura, cuyo destino será Tlaxcala.

Ante tal aviso, los trabajadores sindicalizados de la dependencia exigen diálogo con la próxima titular, Alejandra Fraustro, con quien desean ver cómo está eso de que los quieren enviar a la tierra de la Huamantlada sin siquiera revisar su situación laboral.

El asunto no es cualquier cosa: de acuerdo con La Jornada, cerca de 300 funcionarios decidieron plantarse en las inmediaciones del inmueble en que se cocina la Cuarta Transformación.

Trabajadores de la Secretaría de Cultura realizan una protesta afuera de la casa de transición de AMLO en rechazo de la iniciativa de trasladar la dependencia a Tlaxcala. También piden pago inmediato de prestaciones y basificación.

 “Los trabajadores no somos accesorios a los que puedan mandar a otras entidades sin siquiera enseñar un plan de trabajo que diga cuál va a ser la política del futuro gobierno en cultura”, reclamó la integrante de la coordinación colegiada sindical, María de los Ángeles Medina.

Para quitárselos de encima… digo, para calmar los ánimos de los quejosos, Frausto garantizó que habrá diálogo con los trabajadores… pero también recordó que de nada sirve que le hagan el plantón, ya que ella por el momento no puede tomar decisiones, pero bien que andan advirtiendo que habrá mudanza.

Como sea, además de oponerse a trasladarse Tlaxcala, los trabajadores aprovecharon el viaje y dieron a conocer un pliego petitorio en el que exigen la actualización y pago a los incrementos de las prestaciones de los trabajadores, así como la liberación de cuotas sindicales e incrementos al salario. Si no se cumplen estas peticiones, advirtieron, habrá una negativa rotunda a trasladar la Secretaría de Cultura a Tlaxcala (y ahí sí, no con diálogo).

Pero eso no es todo, este jueves en la sala de sesiones del Congreso de Tlaxcala otra vez hubo gritos y sombrerazos y una falta de respeto al recinto a los tlaxcaltecas y entre ellos, los diputados de Morena.

Que vergüenza, ya se veía venir que no solo la falta de experiencia legislativa afloraría entre quienes nunca ostentaron el poder y que ahora se sienten dioses del olimpo, dueños de cargos y puestos.

Una tras otra, impusieron al viejo estilo del PRI a funcionarios menores, que como en el caso de la llamada “comunicación social” el tal David ya se sacó la rifa del tigre, por su trato de ser superior ante los representantes de los medios de comunicación que no forman parte de sus íntimos.

Hay que ver somo se comporta del otro lado de la mesa, a ver si es lo mismo, pero a final de cuentas todos tienen el beneficio de la duda, aunque digan en tribuna barbaridades como esa de que en el SESA se roban a los niños.

Lo que es peor se dijo en tribuna que si alguien se queja “es posible que se quede en la mesa de operaciones”, son acusaciones preocupantes como es actitud de prepotencia al llamar a los alcaldes para que expliquen como es que les pasaron sus cuentas públicas.

La ignorancia supina de los nuevos diputados y diputadas es manifiesta, muertos de la risa los ediles llevan sus actas y comprobantes que los exoneran de toda culpa, que vergüenza para Tlaxcala… SALIMOS DE GUATEMALA Y ENTRAMOS A GUATEPEOR.