• Miguel Ángel Meléndez Nava
Primero fueron los panistas quienes nombraron a sus nuevos dirigentes estatales, nombramiento que no dejó satisfechos a muchos,

principalmente a la que ya se consideraba dueña de ese partido, la eterna legisladora de representación proporcional: Adriana Dávila, quien tendrá que remar contra corriente o unirse al nuevo dirigente estatal: José Gilberto Temoltzin, quien por cierto,  junto con sus huestes llegaron  cortando cabezas de los trabajadores que  laboraban o cobraban  en el comité directivo estatal, según sus influencias. En el nuevo reacomodo azul, hubo varios lesionados políticamente, además de la legisladora federal y todo su equipo, también le toco la podadora a Adolfo Escobar, quien por ahí carga con la muerte de un ciclista profesional, otros  damnificados son  Ángelo Gutiérrez y su hermano, el edil de  Yauhquemehcan: Francisco Villareal, incondicional de Adriana Dávila y varios políticos que a la sombra del Adrianismo, lograron puestos importantes tanto en el ámbito estatal como federal, en el nuevo contexto azul, la gran ganadora es sin duda la legisladora federal: Minerva Hernández Ramos, quien por cierto, fue nombrada Secretaria de una de las más importantes comisiones en el Senado de la República, lo que la hace prospecta rumbo al 2021,  por ahí también se dice que la Tamaulipeca Aurora Aguilar, no anda mal en sus relaciones políticas, solo que la ojiverde solo utiliza a Tlaxcala, para sus beneficios personales.

Posterior a la guerra panista, se dio la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, visita que para los morenos, tenía un significado muy importante, pues los apoyos y los discursos del Tabasqueño no eran tan significantes, lo que las huestes morenistas querían realmente, era ver si había alguna señal de humo blanco, para alguno de los que se mencionan rumbo a la carrera del 2021, sólo que no hubo tal señal, ya que los actores morenistas, como Ana Lilia Rivera y Joel Molina, fueron cautos y sin protagonismo político, solo por ahí algunos  seguidores de la súper delegada Lorena Cuellar, le  echaron porras y vivas a su jefa, y gritaron consignas en contra del gobernador, lo que quizás hizo que el Presidente no diera ninguna señal a sus seguidores, en este partido sigue la moneda en el aire, como algún día lo dijo el ex gobernador Don José Antonio Alvares Lima.

Siguiendo con los rituales partidistas, este fin de semana le toco a los priistas recibir a su Presidenta Nacional , Claudia Ruiz Massieu, quien por cierto, llego con  tres horas de retraso al evento, que pintaba como una buena reconciliación de los priistas, ya que tanto Roberto Lima, como Fabricio Mena, tuvieron una gran convocatoria de priistas que quieren a su partido, y que buscan recuperar lo que el pasado primero de julio perdieron, en el conclave priista se vieron muchas caras nuevas de jóvenes que quieren una oportunidad para poder hacer trabajo partidario, aunque también, se notó la gran presencia de la vieja guardia priista, que con su experiencia pretende recuperar lo perdido, sin duda un evento de fiesta, que de no ser por la impuntualidad de la líder nacional, hubiese sido más lucido, durante el evento la clase política estuvo muy atenta con los personajes que suenan rumbo a la sucesión gubernamental, donde sólo sobresalieron  los saludos y abrazos del ex candidato al Senado: Florentino Domínguez, quien se dio una buena placiada, simulando sus tiempos de candidato,   contrario a Anabel Ávalos, quien prefirió el presídium para robar cámara o quizás sabiendo que ya tiene la candidatura del PT, y  su presencia sólo fue de cortesía, en cuanto a Manuel Camacho y Anabel Alvarado, no se les vio,   Noé Rodríguez, solo se  limitó a saludar sin protagonismo, y a tomar su lugar con los ex presidentes priistas,  varios de ellos  se salieron antes de que llegará su líder nacional, como el caso  la ex presidenta en tiempos de Mariano González, Rubén Nájera  y de varios ilustres priistas que sólo se limitaron a que los vieran e hicieron la graciosa huida.

Pasando a otro tema, este fin de semana se formó la Conferencia de Alcaldes de Tlaxcala, una organización que según su  Presidente el panista: Francisco Villareal, tiene como objetivo fortalecer la unidad entre las presidencias municipales y buscar apoyos en las dependencias federales y estatales que beneficien a todas las comunas del estado, sin duda un buen propósito, pero por ahí surgen varias dudas sobre la conformación de esta conferencia, ya que a dos años y meses de que iniciaron sus gestiones, y de que en su mayoría no han hecho nada, a los ilustres presidentes  les surge la idea de  ahora sí trabajar,  creo que  a nadie engañan,  ya que  todo indica que su propósito es más político que de beneficio para las comunidades que integran los municipios, ¿Por qué digo esto? Primero; porque seguramente de este grupo varios presidentes municipales buscaran  ser diputados, y viceversa varios diputados buscaran ser  presidentes municipales, amén de que hay dos o tres presidentes que suenan buscar posiciones federales una busca  la gubernatura, de ahí que la famosa conferencia solo trataran de utilizar como  trampolín político, pero valdría la pena pensar  ¿Qué personajes están atrás de los redentores municipales?, pues el presidente Francisco Villareal,  es incondicional de Adriana Dávila, el Presidente de Ixtacuixtla: Rafael Zambrano, es compadre e incondicional  de Mariano González, Anabel Ávalos de los  Garay,  y sí analizamos uno por uno todos tienen padrino, ojalá esta agrupación no sólo sea un circo para beneficios personales, ¿Haber que dicen los presidentes de comunidad?, ya  que por ahí también va algún mensaje para ellos, hay que ver ¿Cuál va a ser la posición de los 20 presidentes que no se dejaron  reclutar?.