• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero…

 

A pesar de que aún faltan 18 meses para que se lleve a cabo el proceso electoral del año 2021, en el que se elegirán gobernador, presidentes municipales y de comunidad, así como diputados locales y federales, desde ahora ya se empiezan a mencionar algunos nombres de quienes pretenden contender por un cargo de elección popular.

Y aunque tal efervescencia se considera normal dentro del ambiente político de Tlaxcala, lo que no resulta normal son los roles que jugarán los distintos partidos políticos que en otro tiempo fueron poderosos y mayoritarios, pero que hoy son apenas una muy menguada oposición al gobierno federal.

Partidos como el PAN, PRI y PRD en esta ocasión tienen mínimas o prácticamente nulas posibilidades de alcanzar triunfos como antes, y eso lo saben a la perfección tanto los dirigentes como los militantes de estos institutos políticos.

Y es precisamente esta situación de casi nulas posibilidades de triunfo electoral, lo que ha originado una desbandada de personajes que hoy buscan cobijo en alguno de los partidos que conformaron la coalición “Juntos haremos historia”, que como sabemos llevó a la victoria a AMLO.

En el caso de MORENA, estimado lector, es sumamente difícil tener la oportunidad de al menos poder hablar con sus dirigentes, ya que para nadie es desconocida la forma en que se maneja el partido fundado por el presidente López Obrador.

Todos sabemos que al día de hoy quien llegue a ser candidato de MORENA, casi para cualquier puesto de elección popular, tiene amplias posibilidades de ganar y esto quedó perfectamente demostrado no solo en los comicios de 2018 sino también con la obtención de los principales cargos que estuvieron en juego en el proceso electoral de 2019.

Ante este panorama, el Partido del Trabajo se ha convertido en una opción viable para muchos oportunistas y vividores de la política que temen perder los privilegios de los que han gozado, en distintos momentos, bajo el amparo de siglas como las del PRI, PAN y PRD.

Lo único cierto es que estos personajes solo desean seguir viviendo del erario público, sin importar la fuerza política que representan ni mucho menos el cumplimiento de sus obligaciones básicas como servidores públicos. Su afán es única y exclusivamente el beneficio personal.

Para ilustrar lo que digo no hace falta hacer memoria. En la actualidad hay varios ejemplos claros de este tipo de vivales que, abanderando las siglas del PT, no han estado a la altura de las exigencias de los ciudadanos a los que representan.

Personas como MICHAELLE BRITO, VÍCTOR CASTRO Y MARÍA FÉLIX PLUMA, quienes hoy ocupan una curul en el Congreso del Estado sin más mérito que haber sido designados como candidatos del PT, en alianza con MORENA, han dejado mucho que desear por su pésimo desempeño como legisladores locales.

Estos personajes nunca tuvieron una militancia dentro de las filas del PT y, por lo tanto, jamás debieron ser postulados para el cargo que hoy ocupan. De no haber sido candidatos del partido y de MORENA, de ningún modo hubieran conseguido llegar a ser diputados. 

Sin embargo, ellos creen ingenuamente que su victoria es un mérito propio y que nada deben ni al Partido del Trabajo, ni a la coalición que los respaldó, ni a los tlaxcaltecas de los distritos electorales II, III y IX. Para los ciudadanos que votamos con la esperanza de un cambio profundo, de nada ha servido que hoy la bancada del PT sea la segunda fuerza política en el Congreso local.

Es evidente, estimado lector, que en el pasado reciente se cometieron errores al permitir la incursión de personajes externos sin compromiso probado con la sociedad; por lo tanto, es indispensable que en el PT se haga una selección minuciosa y adecuada de quienes serán las propuestas del partido para participar en el proceso electoral de 2021.

Como siempre, mi total gratitud y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Hasta la próxima, si Dios lo permite.