• Reyes Ruiz Peña
La verdad no peca pero...

 

 

En México, los cerdos capitalistas que dibujan los moneros para caricaturizar al empresariado insensible y ruin, tienen un rostro. Ese rostro es el de RICARDO SALINAS PLIEGO, multimillonario cuya sed de riqueza parece insaciable aún en tiempos de la pandemia del Covid-19.

 

Desde el inicio de la contingencia sanitaria, el dueño de las tiendas ELEKTRA, de TV AZTECA, ITÁLIKA y BANCO AZTECA (entre otras empresas) ha mostrado su inconformidad por el confinamiento y la reducción de la movilidad social.

 

En distintos momentos y formas, Ricardo Salinas se las ha ingeniado para cuestionar las medidas de prevención implementadas por el gobierno para disminuir el contagio del SARS-Cov-2. De un momento a otro, el dueño de ELEKTRA y TV AZTECA se ha convertido en el principal activista en contra del ‘quédate en casa’.

 

El empresario ha rechazado abiertamente el confinamiento nacional al asegurar que la crisis económica provocará más muertes por hambre, que las que se contabilizarán por la pandemia del coronavirus. También se han difundido noticias de que empresas del GRUPO SALINAS han violado sellos de suspensión de actividades para continuar laborando.

 

La provocación más abierta de Ricardo Salinas al gobierno federal ocurrió en las pantallas de TV Azteca, cuando en el noticiero nocturno que conduce Javier Alatorre se hizo un llamado para no hacer caso a la información y las cifras de la pandemia que diariamente difunde Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

 

Pero si todo esto le pareciera poco, estimado lector, la mañana de este lunes el voraz empresario lanzó una provocación más, ya que a través de sus redes sociales hizo un llamado a “desapendejarse” y salir a vivir la vida con todos sus riesgos.

 

Desde el privilegio de su riqueza, el empresario cuestionó a quienes están recluidos: “¿Cuál es su plan a futuro? ¿Quedarse encerrados hasta que haya cura o vacuna? ¿Quedarse encerrados hasta que el gobierno les diga que pueden salir? ¿O quedarse encerrados hasta que un buen día se desapendejen y decidan salir a vivir la vida con todos sus riesgos? ¿O hay algo que no veo, algo que se me escapa?”.

 

En medio de su soberbia e insensibilidad, lo que Salinas Pliego no ve es que para muchos mexicanos -entre ellos miles de sus clientes y empleados- el único plan a futuro es sobrevivir el día a día, porque ellos no tendrán acceso a cura o vacuna aún cuando se descubra.

 

La inmensa mayoría de los habitantes de este país jamás tendrá acceso a los médicos, hospitales, equipo, tratamientos y medicamentos que, por su poder económico, Ricardo Salinas podría obtener en caso de contagiarse de Covid-19.

 

Detrás de los irresponsables llamados de este hombre de negocios para retomar la normalidad, está su ambición por no perder el dinero que le generan sus empresas. Las tiendas ELEKTRA no pueden dejar de recibir los “abonos chiquitos” que endeudan de por vida a la gente más necesitada que no puede pagar de contado o que no cuenta con otro tipo de crédito.

 

Además, la mezquindad de Ricardo Salinas tiene su origen en las pérdidas millonarias que el coronavirus ya le provocó a su inmensa fortuna. En marzo de este año, la alta volatilidad en las bolsas del mundo provocada por la pandemia redujo su riqueza de 12 mil 900 a 11 mil 700 millones de dólares, de acuerdo con una investigación publicada en ARISTEGUI NOTICIAS.

 

Con todo y esa pérdida de más de mil millones de dólares, Salinas Pliego es el segundo hombre más rico de México, según la revista Forbes. Se ubica solo por debajo del magnate Carlos Slim Helú, quien de 2010 a 2013 fue catalogado, por la misma publicación, como el hombre más rico del planeta.

 

A las preguntas que hace Ricardo Salinas sobre la reclusión, los mexicanos deberíamos responder como consumidores y como ciudadanos. En el primer caso, con un boicot comercial a sus empresas; en el segundo, exigiendo que pague los miles de millones de pesos que debe de impuestos y que aclare su aparente participación en la fraudulenta transacción entre Pemex y Fertinal, documentada por la revista PROCESO.

 

Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Hasta la próxima, si Dios lo permite.