• Cristal Corona Sánchez
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Ayer se acercó a mí una familia a pedirme ayuda, el señor de unos 30 años tiene enfermedad renal crónica, se atiende por medios privados y le cuesta $1,600 cada sesión, necesita tres a la semana, el ya no trabaja y la esposa no tiene empleo, su papá ya es mayor. ¿Cómo decirles que nuestro sistema de salud aún no da cabida para personas como ellos? ¿Decirles que los hospitales de OPD Salud de Tlaxcala no están dando consulta de especialidad y sólo de urgencia por la pandemia?, ¿Qué opciones tienen? Porque gastar $19,200 al mes en hemodiálisis es demasiado para una familia así. Sus rostros se mostraron como el de quien sabe que va a morir por no tener dinero.

Pero, ¿por qué pasa esto? Desde hace décadas en México el Sistema de Salud se fraccionó en dos partes principales: un sistema de seguridad social en el que las instituciones aseguran a las personas otorgándoles atención a la salud, vivienda, pensiones, jubilaciones, etcétera, de acuerdo al tipo de trabajo que tienen; y, un sistema de atención social en salud, destinado a la “población abierta”, sin trabajo o con trabajos informales, en el que sólo algunas cosas eran sin costo y las demás las tienen que pagar de acuerdo a su nivel socioeconómico. Esto se hizo así porque entonces no se tenía tan claro que existía el Derecho a la Salud, o el Derecho a la Seguridad Social, y durante años las autoridades de todo tipo ni se enteraron de esto y este Sistema fraccionado continuó.

El resultado es que más de la mitad de la población de Tlaxcala no tiene Seguridad Social, y como consecuencia de lo anterior tampoco tiene un acceso adecuado a los servicios de salud, y si a eso le sumamos la patética actuación y toma de decisiones al no dar consultas en los hospitales o dar muy pocas en los centros de salud, por la pandemia, tenemos un caldo de cultivo que nos está llevando a complicaciones de pacientes que no se tenían que complicar.

Un paso significativo es el que a partir de mañana todos los medicamentos y atención serán gratuitos, el problema es que así se plasmó pero la federación manda los recursos y  los gobiernos estatales organizan la atención en cada entidad, si son personajes que se interesan más por sus intereses personales que por las personas difícilmente lograrán que las cosas funcionen como deberían. Así es que veremos de qué forma las autoridades sanitarias de Tlaxcala actúan para lograr que en Tlaxcala la atención y los medicamentos sean gratuitos, que asuman su responsabilidad y no le echen la culpa a la federación por su ineptitud.

Mientras tanto buscaremos opciones para esa familia que sigue buscando la forma para que su familiar no pierda la vida, esperando que en el futuro se de una reforma, no del Sistema de Salud, sino del Sistema de Seguridad Social y mejoremos el acceso a todo mexicano a la salud, pensiones, jubilaciones, vivienda, y que con esto se reduzca la informalidad laboral.