• M.C.S Elsa Martínez Flores
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Las campañas políticas no pudieron excentar  visitar casa por casa, el trabajo por tierra se tuvo que realizar con los protocolos sanitarios correspondientes que se trataron de cumplir en la mayoría de las posibilidades de cada candidato. 
Acudieron a cada hogar para presentar un proyecto al servicio de la gente, escucharon también sus necesidades, llevándose al final del día, una serie de peticiones ciudadanas a sus oficinas.

La frase utilizada por ellos en cada hogar tlaxcalteca se resume en una sola petición con la cual finalizan su pequeño discurso, la cual diria que sale desde lo más profundo de su corazón: "ayúdeme, por favor". 

Y lo han dicho de forma total y absolutamente sincera; saben que ese ciudadano representa un voto potencial que lo llevará al triunfo, que le cambiará la vida, por eso cuando solicitan la confianza del pueblo hacia ellos, es tal su humildad que quisiéramos nunca olvidaran esa actitud lejos de toda pretensión, pero sabemos que esa conducta durará poco, tal vez no en todos los candidatos pero sí en la mayoría.

La serie de compromisos adquiridos no es algo sencillo, sabemos que Roma no se hizo en un día, se necesita tiempo y sobre todo dedicación y una buena memoria o bien una computadora de gran capacidad para anotar todo lo que en su momento las personas que les abrieron las puertas de su morada demandaron. Habrá un antes y un después, los ganadores levantarán sus brazos en señal de triunfo, pero deberán poner sus pies en la tierra y comenzar a trabajar inmediatamente para dar resultados.

Ellos ahora tocan puertas, pero no queremos que lo olviden porque en pocos meses deberán atender a los que alguna vez fueron a solicitarles el voto a su favor, como funcionarios públicos están obligados a abrir la puerta de su oficina y escuchar de ellos la misma frase "ayúdeme, por favor", porque la gente confió en esa persona y si ganan entonces correspondería regresar con acciones ese pequeño pero gran apoyo que los llevó a ocupar un espacio al servicio de la ciudadanía.

Cuando ganen, impriman una foto de esta campaña donde van casa por casa; colóquenla en su oficina y todos los días recuerden la humildad con que solicitaron el voto y abran de par en par las puertas de sus oficinas como ellos abrieron las de sus hogares y les brindaron su tiempo.