• Juan Lemus Suárez
“Sostengo que cuanto más indefensa es una criatura, más derechos tiene a ser protegida por el hombre contra la crueldad del hombre” (Mahatma Gandhi)

 

Y ahora hablamos de los recurrentes ataques a la moral, a nuestra persona e inclusive hasta la privación de la vida. No hace mucho escuchamos del caso de Mara C., sin siquiera pasar una semana, se tuvieron otros casos más, que preocuparon un poco a la sociedad.

Y no hace mucho se tuvo el caso de Jazmín; lo alarmante es que siga sucediendo y se esté elevando la agresión, sin embargo no solo a las mujeres; sino a las personas en general. Aunado a esto lo que más preocupa es la indiferencia que está teniendo la sociedad.

Porque por lo regular la mayor parte del tiempo en la sociedad tanto mexicana como Tlaxcalteca, vemos demasiados ejemplos en los cuales los derechos humanos son violados, pero al no saber cómo actuar dejamos que estos sigan sucediendo. 

El problema aquí es que debemos dejar de ser indiferentes y comenzar a darle la importancia a la protección a la persona, ya que los derechos humanos son la base jurídica para garantizar principios morales y éticos como lo es la libertad o la igualdad, son pertenecientes al ser humano desde el momento de su nacimiento.

Sin antes mencionar que estos derechos son en realidad la base del buen funcionamiento de nuestra sociedad, hay que protegerlos y no solo por las instituciones que brindan su protección o por las leyes que los rigen para su buen funcionamiento.

Lo que nuestra sociedad debe de hacer es tomar en cuenta que no solo le corresponde a ellos otorgarnos su protección, lo que debemos de buscar es dejar de ser indiferentes, pues como podemos darnos cuenta fácilmente, la violación a estos va en aumento.

Lo único que alarma demasiado es que nosotros como ciudadanos no estemos haciendo nada para su mejoramiento, ya que al final del día nosotros somos quienes le damos el rumbo a nuestra sociedad.

Dejando atrás las decisiones de los gobernantes o de las personas quienes buscan el buen funcionamiento de nuestra sociedad, tenemos en nuestras manos el cambio, ya que el respeto al ser humano debe ser imprescindible para darle un rumbo diferente a nuestro Estado.