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Se necesitan cambios constitucionales que incluya la inversión de capital privado y simplificar la carga fiscal de Pemex.

México requiere de una reforma que permita a Petróleos Mexicanos su independencia de la Secretaría de Hacienda, le otorgue un mejor trato fiscal y le autorice asociarse con el sector privado internacional, pero siempre con un esquema que impida "la apropiación arbitraria" de la renta petrolera, que son las ganancias de la paraestatal.

Así lo establece uno de los diagnósticos del sector energético, que ha servido de base para la construcción de la propuesta que se prepara en materia de reforma energética.

El documento, cuya copia posee Excélsior, fue elaborado por el ex director general de Pemex Jesús Reyes Heroles y aclara que uno de los problemas que enfrenta el país para avanzar en materia energética es la imposibilidad de construir acuerdos políticos que permitan la reforma constitucional.

Denominado Reformas para Mejorar el Desempeño del Sector Energía, el documento establece dos escenarios de los beneficios que acarreará la reforma energética; uno con reforma constitucional al artículo 27, y el otro sólo con cambios a nivel de leyes secundarias.

Para el escenario de cambio constitucional, precisa que el objetivo debe ser el aumento de la participación de los particulares, con lo cual se permitirá al sector "reforzar las actividades de logística, permitiendo y fomentando mayor participación de particulares.

"Diseñar un enfoque patrimonial de la gestión de empresas del sector, con una participación minoritaria de capital privado en Pemex y CFE, que impida la apropiación arbitraria y desmedida de las rentas que generan dichas empresas por parte del gobierno federal.

"Establecer un nuevo régimen fiscal que responda a las necesidades de las empresas, que les permita su operación eficiente y su expansión, en particular para exploración y producción de hidrocarburos", detalla el análisis según una nota del periódico Excélsior.

Para el escenario de una reforma sin cambio constitucional, plantea que se debe impulsar la definición de la política de subsidios a los combustibles; impulsar la reestructuración de las tarifas de la energía eléctrica; establecer una "política de ingresos" para los grupos vulnerables en materia de gas LP, gasolina y electricidad, a fin de flexibilizar los precios de los combustibles".

Para mejorar el desempeño del sector hidrocarburos, plantea la necesidad de "sacar a Pemex del Presupuesto de Egresos de la Federación. Si esto no puede lograrse, es necesario garantizar que los presupuestos de egresos de la Federación de cada año sean consistentes con las metas operativas y que Pemex no inicie el año con faltantes presupuestales para inversión y, mucho menos, para operación.

"Reducir y simplificar la carga tributaria que Pemex paga a Secretaría de Hacienda en el equivalente al uno por ciento del PIB. Distinguir derechos de impuestos. Compensar ingresos con una reforma fiscal verdadera.

"Reducir el número de regulaciones y reguladores a los que Pemex debe rendir cuentas, concentrándolas en un auditor único e independiente", añade.

En el documento se explica que en 2011, Pemex tuvo un rendimiento antes de impuestos de 784.5 mil millones de pesos, pero debió pagar 876 mil millones de impuestos y derechos. Por ello, al cierre de ese año mostró una pérdida de 91 mil 500 millones de pesos.

Así, recuerda que para que Pemex se desarrolle es indispensable disminuirle los impuestos y los derechos, cuando menos al equivalente del uno por ciento del Producto Interno Bruto.

"Se necesita realizar ajustes en materia de regulación y gobierno corporativo de Pemex para corregir y mejorar lo logrado con la reforma de 2008, así como para mejorar las capacidades operativas de la empresa. Asimismo, se requieren reformas para liberar presupuestariamente a Pemex, que aseguren su viabilidad financiera. También es menester reformar los diversos aspectos laborales y lo que tiene que ver con la seguridad de la empresa ante ilícitos que dificulten o impidan su correcta operación", destaca.

Aclara que "varios de esos cambios no requieren modificar lo dispuesto en la Constitución. Sin embargo, lo deseable es que Pemex pueda asociarse con quien quiera, para el proyecto que quiera, en los montos y proporciones que mejor convengan a su estrategia. Para ello sí se necesita un cambio constitucional".

Añade que "en largo plazo, un cambio constitucional también sería necesario para permitir la inversión privada en refinación, y para colocar capital privado, en los porcentajes que Pemex considera necesarios, en actividades que convengan a sus intereses.

"Un cambio constitucional también es requisito para que particulares puedan participar en las actividades centrales de Pemex, sin asociarse con Pemex, conforme a una estrategia clara y transparente al respecto", plantea.

El PRD hará una consulta nacional

La bancada del PRD en el Senado anunció una consulta nacional ciudadana sobre la viabilidad de una reforma petrolera que modifique la Constitución y eventualmente permita participación de capital privado en el sector.

La vicecoordinadora del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna, expuso que en esa consulta nacional, el 22 de agosto próximo, los ciudadanos serán quienes decidan si quieren o no la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Descartó que la bancada organice bloques o tomas de tribuna en el debate del tema.

Conforme a su programa, para la consulta instalarán urnas en plazas y sitios públicos de todos los estados y en los municipios más grandes, con el propósito de que los ciudadanos opinen sobre el tema.

"Pemex no es de un gobierno, Pemex no es de un partido político, Pemex es de la nación, Pemex es del pueblo de México y es quien debe decidir el futuro de nuestros hidrocarburos y no dejárselo, como lo han venido haciendo, con una privatización inconstitucional, porque ya hay una gran cantidad de recursos privados al interior de Pemex", dijo.

Padierna Luna añadió que el propósito es "simplemente que siga siendo de la nación", y aseguró que la paraestatal sólo trabaja al 50 por ciento de su capacidad instalada, "sometida en una privatización silenciosa, además de estar sometida a subejercicios constantes".

Insistió que no se requiere modificar la Constitución para permitir la inversión privada en Pemex, sino transformar su régimen fiscal.

Burocracia para a Pemex

De los casi 4 mil pozos que Petróleos Mexicanos tiene perforados en Chicontepec, el 25.7 por ciento se encuentran sin producción.

La paraestatal invierte alrededor de mil millones de dólares en perforar pozos en esa región del Estado de Veracruz, pero la excesiva normatividad y la falta de recursos le impiden concluir la tarea.

De acuerdo con una nota del periódico Reforma, Datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) revelan que en el activo Chicontepec hay 3 mil 925 pozos perforados, pero al cierre de abril, mil 12 están improductivos.

La producción del campo es de 72 mil 500 barriles diarios.

Luis Miguel Labardini, analista de Marcos y Asociados, expuso que esta situación se ha presentado por falta de recursos y problemas administrativos, de logística y planeación en Pemex.

Explicó que anteriormente la empresa contrataba los servicios de perforación y terminación de pozos al mismo tiempo, pero empezó a hacerlo por separado porque quería ejecutar algunas partes de la terminación que son complejas.

Esto, sumado al número de pozos que demanda la región, originaron el rezago que hoy se tiene en terminación de pozos.

"El pozo promedio de Chicontepec no rebasa los 100 barriles diarios (de producción) y luego empieza a declinar. En el caso de la región sur, la producción por pozo se sostiene en mil 500 barriles diarios. Se necesitan 20 pozos en Chicontepec para tener esa misma producción", dijo Labardini.

"Esto implica un reto administrativo, de logística y planeación para contratar estos servicios a grandes escalas con empresas diferentes a bajo costo y en cortos lapsos de tiempo".

Los contratos que Pemex tiene con Schlumberger, Halliburton y Wetherford sólo corresponden a perforación y no a terminación.

Labardini consideró que el problema es que se destinan recursos sin que genere flujo para Pemex.

Consultada sobre el particular y en respuesta por escrito, Petróleos Mexicanos reconoció que el tiempo de terminación de los pozos se ha extendido desde 2009.

Sin embargo, lo atribuyó a un cambio en la estrategia de perforación.

Antes, dijo, se perforaban muchos pozos en corto tiempo, pero tras una recomendación técnica de la CNH, se optó por perforar pozos horizontales, lo cual es más complejo y lento, pero puede redituar en mayor producción.

Hasta antes de 2009, agregó, cada pozo producía entre 30 y 70 barriles diarios y con las nuevas técnicas se han alcanzado entre 400 y 900 barriles.

Sin embargo, en su reporte Seguimiento al Proyecto Aceite Terciario del Golfo, a abril de 2013, la CNH refiere que la productividad por pozo ha caído 34.4 por ciento entre 2008 y 2012.

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