Cuando el PAN afirma que la elección en Tlaxcala es un “cochinero”, es porque amigos personales del hijo del gobernador, Mariano González Aguirre, fueron los que imprimieron las boletas que se usaron en los comicios del 7 de julio, que es justamente donde se presume que existen las anomalías para restarle presencia a la oposición.
Por si fuera poco, la procuradora del Estado, Alicia Fragoso Sánchez, operó abiertamente en la elección por el ayuntamiento de Apizaco en lugar de atender sus funciones sobre las necesidades de la ciudadanía de procurar justicia, afirmó la senadora panista, Adriana Dávila Fernández.
Desde el momento mismo de la conformación del Consejo General del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) hubo irregularidades, pues la presidenta Eunice Orta es esposa del representante del Ejecutivo ante el Consejo de la Judicatura del Estado, Ángel Espinoza Ponce.
“Hay familiares del candidato Rafael Ortega en el propio Consejo Municipal de Apizaco, hay varios familiares de funcionarios trabajando en los Consejos, así que cualquier asunto de esa naturaleza no nos sorprende”, manifestó, tras no descartar que la operación del Sistema de Acopio de los Resultados de la Jornada Electoral (Sarje) haya estado a cargo de un familiar del mandatario estatal.
“La procuradora ha sido una constante (interventora en los comicios). En lugar de meter a los delincuentes a la cárcel, no ha logrado hacer su trabajo, pues en lugar de ello ha estado cuidando la elección a un candidato (Ortega), abiertamente ha participado, incluso una noche antes estuvo en las instalaciones del Consejo e intentó tener acceso a los cómputos. Le encargaron la elección de Apizaco y falló”, denunció.
En los últimos días, la elección del presidente municipal de Apizaco ha generado una fuerte confrontación entre priistas y panistas, pues los segundos acusan a los primeros de haber alterado las actas para tratar de imponer a como dé lugar al matador de toros, Rafael Ortega, como edil de esa demarcación.