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Una base económica débil que genera bajos niveles de ingresos propios, una economía poco dinámica y un nivel de liquidez ajustado, son factores que limitan la capacidad de Tlaxcala para amortiguar “choques externos inesperados” o contingencias, de acuerdo con la calificadora de inversiones Moody’s.
La institución calificadora de riesgos en su reporte del mes de julio, otorgó una opinión crediticia estable para la entidad y calificaciones Aa3.mx en la Escala Nacional de México y Baa3 en la Escala Global, moneda nacional, al programa de créditos municipales del Estado por un monto original de 243 millones de pesos.
Las calificaciones asignadas reflejan resultados fiscales consolidados balanceados, con un muy restringido uso de financiamiento con deuda. Pese a que la base de ingresos propios permanece baja, éstos han exhibido una sólida tasa de crecimiento de 9.4 por ciento en los últimos cinco años.
Aun así, entre 2008 y 2012 los ingresos propios promediaron 3.4 por ciento de los ingresos totales, muy por debajo de la mediana nacional.
Moody’s destaca el hecho de que Tlaxcala mantiene un pasivo relativamente bajo por no fondear el asuntos de las pensiones de sus trabajadores, resultado de las controvertidas reformas a la Ley en la materia en diciembre de 2012.
Los retos crediticios de la entidad incluyen afrontar la economía poco dinámica que genera bajos niveles de ingresos propios, así como el nivel de liquidez ajustado. Ello podría modificarse con un cambio estructural en el dinamismo económico y los niveles de riqueza de Tlaxcala, los cuales generen pisos más altos de ingresos propios y una mayor flexibilidad fiscal.
“La política fiscal de Tlaxcala con respecto a la deuda es sumamente conservadora, lo cual compensa parcialmente algunos de sus riesgos crediticios. Normalmente, el estado utiliza solamente sus recursos disponibles para el fondeo de los proyectos de infraestructura”, apunta el reporte facilitado por la Secretaría de Finanzas (Sefin).
“Tlaxcala tiene una población de 1.2 millones de habitantes y es el estado mexicano más pequeños en términos de producción económica. La economía del estado es débil en relación con otros estados mexicanos, lo cual limita su capacidad de generación de ingresos de la base fiscal regional. En 2001, el Producto Interno Bruto per cápita de Tlaxcala fue equivalente al 50 por ciento del promedio nacional, muy por debajo de la mediana registrada por los estados mexicanos con calificación Baa”, añade.