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En su propuesta de reforma hacendaria, el PRI también plantea incrementar las cargas tributarias de grandes empresas.

En la construcción de la reforma hacendaria, el PRI prevé gravar con IVA alimentos y medicinas “sin afectar los ingresos de los sectores más desprotegidos de la población”, además de empujar que los que más ganan paguen más impuestos, desaparecer los privilegios fiscales y redistribuir los subsidios entre quienes lo necesiten.

La propuesta de reforma hacendaria priísta plantea incrementar las cargas tributarias de las grandes empresas, para que éstas sean justas con respecto a sus ingresos.

De acuerdo con una nota del periódico El Universal, según fuentes partidistas y legislativas, la propuesta que ya se trabaja en el gobierno y que será defendida en el plano político por el PRI, incluye también la simplificación del pago de impuestos, el aumento en la base tributaria, el combate a la evasión y elusión fiscal, la regulación de los subsidios y la eliminación de los tratamientos fiscales especiales.

“El partido propone que cualquier aumento en la recaudación que se logre por la reforma hacendaria se dirija prioritariamente al gasto social”, explica el tricolor.

En los lineamientos de su Programa de Acción —que recién sufrió modificaciones al quitarle el candado de rechazo a la aplicación de IVA en medicinas y alimentos— los priístas explican que “la reforma de la hacienda pública es un medio, no un fin en sí misma, pues implica comprometer evidentes, claros y concretos beneficios sociales; contar con un gasto público ordenado, transparente y eficaz, con énfasis en la productividad y calidad, con eficiencia en su aplicación”.

El dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, dijo que su partido no busca promover una reforma centrada en una propuesta “ivacéntrica”, es decir, que parta solamente de gravar alimentos y medicinas, entre otros.

Explicó que el objetivo es que paguen más los que ganan más, y se otorgue un trato equitativo a los más desfavorecidos.

Según los ejes de la reforma hacendaria que el tricolor pretende apoyar y defender —como parte del gobierno federal— no se deben causar mayores cargas fiscales a los sectores más desprotegidos de la población.

“Exige que simplifique el pago de impuestos, amplíe la base tributaria reduciendo la evasión y la elusión fiscales, elimine tratamientos fiscales especiales y que los subsidios no sean generalizados sino que se conviertan en subsidios dirigidos a los que están más desprotegidos (incluida la ayuda para la compra de alimentos y medicinas)”.

El Plan de Acción, junto con los Estatutos y la Declaración de Principios del partido fueron recién modificados, a partir de que el PRI regresó a la Presidencia de la República. La intención fue dar margen de actuación al partido desde cualquier órgano de gobierno. En el caso del Programa de Acción, se estableció lo que el organismo político promoverá en materia social, económica, educativa y energética, entre otros.

“El PRI reconoce la necesidad de impulsar una reforma hacendaria integral que abarque lo relativo al patrimonio público, ingreso, deuda y gasto de los tres ámbitos de gobierno”, se especificó en el artículo 299 del Programa de Acción priísta, en el subtema denominado La rectoría del Estado en la economía.

“La reforma de la hacienda pública debe ser un proceso programado, con una ruta definida, para lograr metas al paso del tiempo que se puedan evaluar y, a través de una estrategia eficaz de comunicación política, se expliquen de manera clara y precisa sus alcances, traducidos en programas concretos en favor de la gente, antes de referirse a impuesto alguno en particular”.

Los priístas argumentaron la necesidad de que esa reforma incluya financiamiento al desarrollo; que se transparente y eficientice el sistema de recaudación fiscal; promueva la seguridad jurídica del contribuyente; una banca de desarrollo sólida y con objetivos claros; transformar a Financiera Rural, así como vigilar el funcionamiento del sistema de pensiones y de seguridad social del ISSSTE y del IMSS, ello sin que se afecte el régimen de retiro actual.

Jorge Herrera Delgado, diputado del PRI, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en la Cámara Baja, comentó que los legisladores de su partido esperan que el trabajo sobre una reforma hacendaria se termine de concluir en la mesa del Pacto por México.

“Hemos visto el forcejeo que se da, pero para nosotros, para el grupo parlamentario del PRI, ha quedado claro que buscaremos una reforma hacendaria que sea integral y que no solamente aborde uno de los temas”, comentó en entrevista. El grupo parlamentario del PRI, expuso, no se va a sujetar a una reforma hacendaria que sea “ivacéntrica”, sino que tendrá que abordar el tema desde diferentes aspectos, como el de garantizar que la ciudadanía tenga acceso a la seguridad social.

Los priístas también incluirán en el proyecto de reforma regular los créditos de la banca.

Precios de la energía presionan la inflación en México

Por cuarto mes consecutivo, la inflación anual de México se ubicó en junio de este año como la segunda más alta en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sólo por debajo de Turquía.

Según una nota del periódico La Jornada, el organismo reporta que la inflación anual en México registró una baja en junio a 4.1 por ciento desde 4.6 por ciento en mayo previo, pero sigue siendo más de dos veces superior al promedio de la OCDE en el sexto mes del año, de 1.8 por ciento.

Refiere que los precios de la energía siguen presionando la inflación en México, al registrar un aumento de 7.4 por ciento en junio pasado, mientras los precios de los alimentos subieron 5.8 por ciento.

En su reporte mensual, informa que la inflación anual para el conjunto de 34 países que integran la OCDE fue de 1.8 por ciento, superior a la de 1.5 por ciento de mayo pasado, debido al fuerte incremento de los precios de los energéticos.

Detalla que los precios de la energía aumentaron 3.4 por ciento anual en junio pasado desde 0.5 por ciento en el mes previo, mientras los precios de los alimentos subieron 2.2 por ciento respecto al 1.9 por ciento en igual comparación.

Señala que la inflación subyacente en la OCDE, que excluye los precios de la energía y de los alimentos, se redujo ligeramente a 1.4 por ciento en junio frente a 1.5 por ciento en mayo pasado.

En junio de este año los países de la OCDE con mayor inflación anual fueron Turquía, con 8.3 por ciento; México, con 4.1; Estonia, 3.8; Islandia, 3.4; Holanda y Reino Unido con 2.9 por ciento cada uno, y Australia con 2.4 por ciento.

En contraste, las economías que registraron bajas en los precios al consumidor en junio fueron Suecia y Suiza con 0.1 por ciento en cada caso, y Grecia con 0.4 por ciento.

A su vez, los países con bajas tasas de inflación fueron Francia 0.9 por ciento, Corea y Portugal con 0.1 por ciento, cada uno, y Canadá e Italia con 1.2 por ciento, en ambos casos, apunta.

En comparación con el mes anterior, indica que los precios al consumidor en el área de la OCDE aumentaron 0.1 por ciento en junio de 2013.

En el Grupo de los Siete (G-7, las siete mayores economías del mundo), subieron en 0.3 por ciento en Italia, 0.2 en Francia y Estados Unidos, en cada caso, 0.1 en Alemania, mientras bajaron 0.2 por ciento en el Reino Unido, y en Canadá y en Japón se mantuvieron estables, agregó la OCDE.

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