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  • Roberto Nava Briones
Se duermen Ayuntamiento, IEPC, SSPE, SESA y PROFECO en la noche que nadie duerme.

Celebración de la Noche que nadie duerme en el municipio de Huamantla, evidenció la falta de organización por el Ayuntamiento, debido a la ausencia de elementos de seguridad pública, personal de Protección Civil, guías turísticos, servicios municipales, y calles abarrotadas por cientos de vendedores ambulantes fue la imagen que cientos de visitantes se llevaron.

A pesar que en días pasados mucho se alardeo sobre la coordinación que tendría la comuna con entidades estatales para el festejo que ha traspasado fronteras, simplemente fueron rebasadas, debido a que los servicios públicos no se prestaron de manera oportuna con el desinterés de varias dependencias de los gobiernos Federal y Estatal.

Sin embargo, eso no fue condicionante para que el entusiasmo de los artesanos y vecinos que como cada año ofertan los mejor de ellos, opacaron en parte la desorganización de la administración saliente, con la elaboración de los tradicionales tapetes de aserrín, arena y flores multicolores que le dieron un toque especial a la noche, en los poco más de siete kilómetros de alfombras que son colocadas en las principales calles del municipio.

Durante el recorrido realizado en las principales calles de la ciudad de los muéganos, se pudo ver a miles de fieles católicos y turistas que participaron la noche del 14 y madrugada del 15 de agosto en la procesión de "La noche que nadie duerme", dentro de los festejos en honor a la Virgen de la Caridad.

Lamentablemente, la gran ausente fue la seguridad pública, ya que no hubo uniformados en el recorrido que auxiliaran a la sociedad y que brindaran la tranquilidad a los miles de asistentes no obstante que la mayoría de calles ofrece iluminación, las cuales permiten al propio y al visitante disfrutar de este arte efímero donde la noche se hace día como cada año.

Ya en el recorrido y después de admirar los cientos de alfombras multicolores que son acompañadas con candiles, lámparas y demás accesorios, estos le dan el brillo necesario al recorrido que por momentos se ve truncado gracias a los cientos de vendedores ambulantes que abarrotaron las calles para hacer su Agosto.

De nueva cuenta, el Ayuntamiento estuvo ausente para poder regular la operación de los vendedores informarles a quienes no les queda de otra que buscar el sustento gracias a que en la entidad no hay empleos formales y Tlaxcala se ubica dentro de los siete estados a nivel nacional que sufre de alternativas laborales.

En contraparte, la noche que nadie duerme sirvió para que algunos funcionarios del Gobierno Estatal la hicieran de guías turísticos como el caso de Adriana Moreno Durán que se desgañitaba con un contingente al que guiaba por las principales calles del municipio de Huamantla.

También se pudo degustar la gastronomía tlaxcalteca, solo que ésta tuvo que ser en plena calle donde se instalaron cientos de puestos que ofertaron a propios y extraños antojitos mexicanos al precio que mejor les convino ya que la PROFECO opto por quedarse dormida y que los comerciantes hicieran su Agosto en uno de los festejos que capta miles de visitantes año con año.

Aunado a la anterior, el cobro para acceder a un sanitario por ejemplo, no estuvo regulado por las autoridades ni municipal, estatal o federal, así como el uso de algún estacionamiento improvisado donde el promedio de costo en la hora o fracción, osciló desde los 12 hasta los 25 pesos.

El gran ausente fue personal del Instituto Estatal de Protección Civil (IEPC) y personal de la comuna de Protección Civil, mismo que no reguló el uso de tanques de gas a quienes expendieron comida, antojitos y productos que requieren del combustible para ser elaborados.

Se pudo evidenciar que tampoco hubo una supervisión por el IEPC en el manejo de la electricidad, ya que cada quien se colgó de donde pudo para instalar sus focos en los puestos ambulantes, situación que puso en riesgo a miles de transeúntes.

Y por si fuera poco, la Secretaría de Salud brilló por su ausencia ya que tampoco existió control en el manejo de los alimentos que se expendieron.

Al filo de la media noche, la procesión dio inició después una misa oficiada por el obispo Francisco Moreno Barrón y un concierto de campanas, que ofrecieron las diversas iglesias de la zona.

 

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