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La zona más afectada es Acapulco donde los turistas y pobladores están incomunicados por cielo, mar y tierra.

Las tormentas tropicales Ingrid y Manuel han dejado un millón 200 mil personas afectadas en todo el país y daños en infraestructura carretera, sin que hasta el momento se reporten personas desaparecidas, informaron autoridades de la Secretaría de Gobernación.

Hasta el mediodía de ayer, el saldo oficial de muertos a causa de estos meteoros era de 22 personas en Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y Puebla, sin tomar en cuenta el deslave de un cerro en Altotonga, Veracruz, donde 12 personas habrían perdido la vida.

De acuerdo con una nota del periódico El Universal, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, dijo que por instrucción del presidente Enrique Peña Nieto, 10 secretarios y secretarias de Estado (Sedesol, SCT, SEP, SSA, Sedatu, Sagarpa y Turismo, entre otros), así como el subsecretario de Gobierno de la Segob, Luis Enrique Nava, se han trasladado a las entidades más afectadas como Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Tamaulipas, para trabajar en coordinación con los consejos de Protección Civil y salvaguardar vidas.

Debido a las afectaciones, a Guerrero viajaron la secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles, y el titular de Comunicaciones y Transparentes, Gerardo Ruiz Esparza, para atender la emergencia.

En el Salón Juárez de Gobernación, Osorio Chong dijo que debido a esta concurrencia atípica de dos fenómenos naturales “vivimos días complejos y difíciles” debido a la acumulación de agua, pero destacó que el gobierno federal ha puesto a disposición inmediata recursos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) para atender las incidencias provocadas por esos meteoros.

Junto con los titulares de la Medio Ambiente, Juan José Guerra; de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld; de Protección Civil, Luis Felipe Puente, y el subsecretario de Normatividad de Medios, Eduardo Sánchez, Osorio Chong afirmó que las acciones emprendidas por el gobierno federal en coordinación con los estados han permitido salvar miles de vidas.

Korenfeld explicó que al tocar tierra en Tamaulipas, el huracán Ingrid se degrado a tormenta tropical, mientras que la tormenta Manuel se disipó, pero dejó una gran cantidad de nueves y humedad, lo que puede provocar lluvias en los próximos cuatro días, además de una gran cantidad de escurrimientos, principalmente en las zonas serranas.

Aseguró que Tamaulipas, la Huasteca Potosina, las costas del Pacífico, algunas zonas de Puebla y Morelos, parte de Jalisco, Oaxaca, Guerrero, Nayarit y Colima, deben mantenerse en alerta, pues todavía no se termina con el paso de las tormentas tropicales.

Informó que pondrán especial atención en Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Morelos, Jalisco, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Nayarit y Colima.

“Tendremos una gran cantidad de lluvias los próximos días por el ingreso de humedad y no descartamos que esta humedad se corra de punta a punta desde el estado de Chiapas hasta Baja California Sur en el Pacífico”, señaló.

El titular de Conagua explicó que hay una decena de ríos arriba de su nivel en Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas y que 21 presas, de las 146 en cono de incertidumbre, se están derramando de forma natural o por acuerdo con los operadores.

Se quedan varados más de 40 mil turistas en Acapulco

Las lluvias torrenciales causadas este fin de semana por la tormenta "Manuel" en el Pacífico tienen incomunicado al Puerto de Acapulco y con graves afectaciones a todo el estado de Guerrero.

Según otra nota de periódico Reforma, se estima que unos 40 mil vacacionistas, provenientes en su mayoría de la Ciudad de México, y los habitantes de este destino turístico seguirán aislados por cielo, mar y tierra.
 
La autopista del Sol y la carretera libre que comunica Chilpancingo con Acapulco se encuentran bloqueadas por deslaves.

Las vías Acapulco-Zihuatanejo y Acapulco-Pinotepa Nacional también presentan desgajamientos en distintas zonas y no hay paso.

Además, el aeropuerto Juan N. Álvarez, de Acapulco, se encuentra inundado y sin luz.

Desde la noche del viernes, la lluvia no ha cesado y el puente vacacional por las fiestas patrias se ha convertido en un martirio para los paseantes.

En medio de la incomunicación, los víveres comenzaron a agotarse en las tiendas y almacenes de autoservicio. También comenzó a limitarse la venta de gasolina.

Ayer, el Gobierno federal fijó un plazo de 72 horas --es decir, hasta el jueves-- para desbloquear Acapulco y advirtió que la crisis por la que atraviesa el municipio podría escalar por la falta de agua potable y alimentos.

Sin embargo, las autoridades intentarán abrir al menos un carril de la autopista de cuota y trasladar a los turistas en unidades aéreas del Ejército y la Marina al Distrito Federal.

El presidente Enrique Peña Nieto viajó ayer a este puerto para supervisar los daños y señaló que una decena de estados está sufriendo las mayores consecuencias de diferentes fenómenos climáticos.

Sin embargo, dijo, Acapulco es uno de los más perjudicados.

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aseguró que la administración federal está trabajando en encontrar una pronta solución a la salida de turistas.
 
"Estamos en la emergencia y, por supuesto, ya estamos en la crisis porque la gente ya empieza a necesitar insumos, y tenemos todavía 72 horas de lluvia, y las necesidades van a ir creciendo.

"Otra crisis es la de los vacacionistas, los que tienen que regresar a la Ciudad de México. Estamos hablando con los hoteles para que se les dé un día más (de hospedaje gratis)", señaló.

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