• Salud
  • Pedro Morales
Hay Intereses personales y económicos entre directores y cooperativistas.

Para nadie es un secreto las componendas y arreglos que tienen directivos de instituciones educativas con propietarios de las cooperativas que se instalan al interior de los planteles educativos.

Estos “arreglos”, sobre todo económicos, dan al traste con las disposiciones legales, para evitar la obesidad entre los alumnos.

Según la Oficina de Servicios Federales de Apoyo y Asistencia a la Educación (Osafe) en el actual ciclo escolar, en 941 escuelas de nivel primaria en el estado ejecutarán los lineamientos.

Principalmente los emitidos por el gobierno federal, a través de las secretarías de Educación Pública y de Salud, para prevenir el problema de obesidad infantil.

En la firección de Educación Primaria de la Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala (USET), se comentó que en la entidad se aplican las medidas acordadas por las autoridades federales.

Ya se ha recomendando a los encargados de las cooperativas que cambien los productos que venden por aquellos que tengan mejores índices nutritivos".

En cuanto a la activación física que forma parte de estos lineamientos, esta medida ya se aplica en los centros escolares de la USET.

Por lo que en las escuelas, durante 15 minutos, realizan ejercicios antes de entrar a las aulas, dirigidos por los docentes de educación física.que en las 526 escuelas que coordinan esta medida, también incluirán a los padres de familia.

En algunas cooperativas escolares, ante la recomendación de eliminar la venta de productos chatarra, los vendedores se han resistido, con el argumento de que afectan sus ventas, porque los productos no se venden.

En su momento la SSA y la SEP presentaron un acuerdo para ir adecuando los alimentos industrializados que se venden en las escuelas a través de tiendas y cooperativas.

Exclusivamente en preescolar, primaria y secundaria. Las instituciones señalaron que esta medida entró en vigor en éste ciclo escolar.

Las autoridades federales señalaron que la medida tendrá resultados de manera gradual y durará de seis meses a un año, debido a que 80 por ciento de los alimentos que se consumen en los centros educativos son industrializados.

En la propuesta se maneja que los refrescos y las frituras tradicionales que eliminarán de tiendas y cooperativas escolares serán sustituidos por fruta, verdura, agua natural y de frutas sin azúcar.

El convenio sobre los lineamientos generales para el expendio y la distribución de alimentos y bebidas en establecimientos de  consumo escolar, destaca que la parte esencial del refrigerio escolar.

Estará integrado por verduras y frutas, por encima de botanas saladas, galletas, pastelitos y postres.

El acuerdo presentado por las autoridades de salud y de educación contempla que en los centros educativos se deberá cumplir con una serie de criterios.

Los lácteos deben tener un contenido menor o igual a uno por ciento de grasas por cada 100 gramos, ser descremados y no contener azúcares o edulcorantes, detalla.

Respecto a los jugos, sólo podrán comercializarse los elaborados con fruta natural, sin azúcar añadida.

De los industrializados deberán tener menos de 60 miligramos de sodio por cada 125 mililitros, lo cual equivale a media taza, que es la porción recomendada a consumir.

Se plantea el consumo de frutas enteras o en trozo y no en forma de jugo, en el caso de los cereales.

El documento indica que serán de grano entero o elaborados a partir de harinas integrales.

No serán permitidos en las tiendas y cooperativas en las escuelas públicas y privadas, las ensaladas de frutas y verduras con cantidades exageradas de sal o palomitas con mantequilla.

También se prohíben las tortas y tostadas preparadas con guisados con alto contenido de grasa y preparaciones fritas.

Al igual que las como gorditas, flautas, tacos dorados; además de molletes, tamales, sopas instantáneas, pizzas, hamburguesas, plátanos fritos y hotcakes, entre otros.

En contraparte, se podrán ofrecer sándwiches de queso panela con frijoles y aguacate, con pollo, atún o huevo, tacos suaves con tortilla de maíz o con guisados no grasos.

Lo mismo ocurrirá con sopes y enfrijoladas con bajo contenido de grasa, nunca fritos, enchiladas verdes, sopa de frijol cocido, chilaquiles, elote con limón, esquites con limón y chile.

Ensaladas sin aderezos, al igual que semillas sin sal de girasol, cacahuates con cáscara, pistaches, habas y garbanzos, entre otros.

La primera etapa consistió en la sensibilización y capacitación a los directores, docentes y supervisores.

En la segunda etapa se retiraron bebidas azucaradas en las primarias y de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana los líquidos con alto consumo calórico, actualmente sólo se permiten su venta en las secundarias.

La última fase de este programa consiste en retirar en su totalidad de los planteles de enseñanza básica los alimentos chatarras y reducir el consumo de sal.

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