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México aparece en el reporte como uno de los países más desiguales en cuanto a la distribución del ingreso.

El ingreso de las familias mexicanas resintió “una de las más pronunciadas caídas” en el conjunto de países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo sostuvo que, en un plano global, la crisis económica que estalló en 2008 afectó “seriamente” el bienestar de las personas, a partir de un estancamiento o disminución en el nivel de sus ingresos.

Aun con esa situación, es mayor que dos años antes el número de mexicanos que declara estar “muy satisfecho” con sus vidas, abundó.

En el conjunto de naciones que forman la OCDE, México es el país donde los trabajadores tienen las jornadas más largas, pero también con menores niveles de productividad, expuso Gabriela Ramos, coordinadora de gabinete y representante de esa organización ante el Grupo de los 20 (G-20), que integra a países avanzados y en desarrollo, durante la presentación del informe ¿Cómo es la vida? 2013: medición del bienestar.

Según una nota del periódico La Jornada, el estudio, segundo de su tipo después del realizado hace dos años, utiliza 11 indicadores que van del ingreso, empleo, salud, educación y el contexto local, hasta la seguridad personal y la satisfacción general con la vida, con el que trata de identificar las cualidades y deficiencias del bienestar de las sociedades en los países.

Las familias mexicanas resintieron una caída de 5 por ciento en un periodo de tres años que siguió a la crisis económica más reciente, “una de las caídas más pronunciadas entre los países de la OCDE”, estipuló el estudio.

Al mismo tiempo, en uno de cada cinco hogares mexicanos con al menos uno de sus miembros empleados “se dieron condiciones de pobreza de los ocupados” y uno de cada diez de los miembros de familias en las que todos los adultos trabajan estaba en situación de pobreza.

Ambos porcentajes son los más altos de la OCDE, dice el documento.

“En producción y bienestar, México se encuentra en los niveles más bajos de la OCDE”, dijo Gabriela Ramos, en la presentación del informe. “Si en la mayoría de indicadores de bienestar social México se ubica por debajo de la OCDE, en cuestiones relacionadas con el bienestar subjetivo está mejor, lo que quiere decir que los mexicanos se sienten bien con su vida”, según la especialista.

México aparece en el reporte como uno de los países más desiguales en cuanto a la distribución del ingreso, mencionó Ramos.

El grupo de familias de más alta renta en México tiene un ingreso 25 veces mayor que el estrato más pobre de la población, una relación que prácticamente triplica la que prevalece en promedio para los países de la OCDE, que es de nueve veces, expuso la representante de la OCDE.

En los países nórdicos esta brecha es de siete veces, en Estados Unidos de 14 y en Brasil de 55 veces, añadió.

“Comparado con otros países de la OCDE, México tiene un buen desempeño en apenas unos cuantos de los 11 indicadores considerados como esenciales para una buena vida, que tienen que ver con el ingreso y la riqueza; empleo y salarios; condiciones de la vivienda, condición de salud; balance entre trabajo y ocio; educación y habilidades; condiciones sociales; compromiso cívico y gobernanza; calidad del medio ambiente; seguridad personal y el bienestar subjetivo”, indica el reporte.

México se clasifica por encima del promedio de la OCDE en los indicadores que tienen que ver “con el bienestar subjetivo”, pero debajo del promedio en aquellos indicadores relacionados con el compromiso cívico, vivienda, calidad del medio ambiente, condiciones de salud, trabajo, salarios, ingreso y riqueza, así como en seguridad personal y educación, dice el reporte.

El promedio de los hogares mexicanos ha sido afectado por la última crisis –que estalló en el otoño de 2008 con el colapso del sistema bancario en Estados Unidos– con impactos “que son particularmente visibles cuando se observa el ingreso de los hogares, el empleo, la satisfacción con la vida y el compromiso cívico”, agregó el informe.

Mientras el ingreso de las familias tuvo una contracción de 5 por ciento en el periodo de 2007 a 2010, uno de los más pronunciados entre los países integrados al organismo, la desigualdad en el ingreso, medida antes de impuestos y transferencias, permaneció sin cambio, en los países afiliados al organismo subió 1.2 por ciento en promedio.

“Vistos los países de la OCDE como un todo, la pobre situación del empleo ha tenido un impacto significativo en los indicadores de satisfacción con la vida. En contraste con esta tendencia general, el porcentaje de los mexicanos que declaran que se sienten muy satisfechos con su vida se incrementó de 55 a 70 por ciento de 2007 a 2012, uno de los mayores incrementos de la OCDE”, agregó el reporte.

Crece cobertura del programa Cruzada Nacional Contra el Hambre

La Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH) incrementó en más de 150% el número de municipios que cubrirá en este año, y en más de 78% a la población en pobreza alimentaria y extrema que atenderá.

Mediante un comunicado, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) informó que se incorporaron a la estrategia 612 municipios de más de 30 entidades del país, principalmente de Oaxaca –estado en el que se sumaron 152 municipios-, Guerrero, Michoacán y los estados fronterizos.

En el DF, única entidad que resta por firmar el Acuerdo Integral para el Desarrollo Social Incluyente para poner en marcha formalmente la estrategia, la dependencia federal integrará cinco delegaciones más: Coyoacán, Cuauhtémoc, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco.

La dependencia señaló que la intención es atender a las zonas afectadas por los fenómenos hidrometeorológicos que azotaron al país en septiembre pasado, así como cubrir las comunidades de la región de Tierra Caliente y la meseta purépecha, en Michoacán, donde se trabajará en el fortalecimiento del tejido social.

Según la nota del diario 24 Horas, la Sedesol informó que de los municipios que se suman a la Cruzada este año, 503 se incorporan de acuerdo con los criterios de pobreza extrema y pobreza extrema alimentaria del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 108 por estar considerados en diversas estrategias de desarrollo regional, y uno más en Colima para integrar una estrategia nacional.

Con la incorporación de estos municipios, el número de derechohabientes de la estrategia se incrementa en 1.8 millones de personas, que representan 26.7% del universo poblacional objetivo con el que arrancó la Cruzada en 2013.

Para la atención de este sector, el gobierno dispuso un presupuesto de 200 mil millones de pesos a través de un fondo recurrente de 70 programas federales, de los cuales 80 mil millones serán aportados por la propia Sedesol.

De acuerdo con la dependencia encabezada por Rosario Robles, la Comisión Intersecretarial para la Instrumentación de la Cruzada Nacional Contra el Hambre determinó como meta atender a 5.5 millones de personas en pobreza extrema alimentaria para este año, con lo que se cubriría más de 78% de la población objetivo que se planteó en principio, que eran 7.2 millones.

Hace unos días, la Sedesol dio a conocer que actualmente atiende 50% del universo inicial de la Cruzada, es decir, 3.4 millones de personas.

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