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  • Gerardo Santillán
El equipo de Ernesto Cordero por la dirigencia nacional del PAN, no recurrirá a la ‘guerra sucia’

Tras negar que el equipo de campaña de Ernesto Cordero Arroyo por la dirigencia nacional del PAN tenga la necesidad de alterar resultados de encuestas, las legisladoras federales Adriana Dávila Fernández y Leonor Romero Sevilla, sostuvieron que las posibilidades de triunfo del senador con licencia son amplias porque su trabajo ha sido de campo en contacto directo con los militantes.

De esa forma, salieron a desmentir los señalamientos que la víspera hizo la diputada federal, Aurora Aguilar Rodríguez, quien acusó que el equipo corderista manipula los estudios demoscópicos para ocultar la caída constante que lleva en las preferencias ante el contrincante Gustavo Madero Muñoz.

En rueda de prensa, sostuvieron que es iluso lanzar un cuestionamiento de ese tipo cuando seis casas encuestadoras que calificaron de “serias”, ubican a la dupla Ernesto Cordero – Juan  Manuel Oliva a la cabeza de las preferencias para hacerse de la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional.

Además, a diferencia de la otra fórmula Madero – Anaya, la de Cordero – Oliva sí ha tenido trabajo de tierra y de acercamientos con los militantes albiazules, la cual está convencida de que el mejor proyecto para ganar gubernaturas en 2016 y recuperar la Presidencia de la República en 2018 es esa.

Por su parte, la senadora Adriana Dávila, minimizó el apoyo mayoritario de diputados y alcaldes panistas de Tlaxcala hacia Gustavo Madero, pues habría que preguntarles si su respaldo es de convicción o está condicionado a cambio de favores políticos, o bien, la promesa de más recursos federales.

En Tlaxcala, como en otros estados del país, la confrontación entre los dos grupos que se disputan la dirigencia nacional del PAN, es más que evidente y aprovechan cualquier situación para desacreditarse como ha venido sucediendo con diversas informaciones en la prensa nacional.

En este sentido, se manifestaron despreocupadas ante un eventual incremento de la ‘guerra sucia’ en contra de ellas o de Ernesto Cordero, dado que ellas no recurrirán a esa estrategia  para ganar los votos de la militancia que por primera vez saldrá a las urnas a elegir a su líder nacional.

 

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