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Los habitantes los acusaron de haber matado a balazos a un poblador de ese municipio del Estado de México.

Un operativo contra talamontes en la comunidad de San Andrés Tlalamac, en el municipio mexiquense de Atlautla, terminó ayer con el linchamiento a golpes de dos policías estatales y la muerte por bala de un civil.

Tres agentes más, entre ellos una mujer, fueron rescatados con vida, pero con lesiones graves, y trasladados en helicóptero a un hospital en Toluca, según se informa en una nota del periódico Reforma.

Los oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del gobierno del Estado de México fallecidos fueron identificados como Erwin Ulises Gordillo, jefe de turno del Grupo Táctico F.A.R Amecameca, y Hugo Martínez Pablo, del Grupo Táctico F.A.R. Ixtapaluca.

Según la Procuraduría mexiquense y autoridades policiacas locales, alrededor de las 10:00 horas, los policías estatales y personal de Probosque recorrían la región montañosa de este municipio, ubicada a unos 100 kilómetros del Zócalo del Distrito Federal, cuando detectaron a presuntos taladores.

En el enfrentamiento con los talamontes, un hombre de nombre Israel Balderas Rosales, de 38 años de edad, habitante de la comunidad San Andrés Tlalamac, resultó herido por disparo de arma de fuego, por lo que fue trasladado a un hospital de la región, pero falleció en el trayecto.

Las autoridades no han precisado quién disparó ni el motivo para hacerlo; sin embargo, habitantes de la zona acusaron a los policías y aseguraron que el civil muerto trabajaba en el campo con su familia.

"Con motivo de ello los pobladores de la zona cercaron a los elementos de la Policía y personal de Probosque y empezaron a agredirlos.

"Decenas de personas que portaban palos, piedras y al parecer armas de fuego, llegaron al lugar en donde se encontraban los policías", detalla la dependencia en un comunicado.

Alrededor de las 11:30 horas, unos 300 pobladores trasladaron a los cinco policías a la delegación de San Andrés Tlalamac, donde fueron linchados a palazos y rocazos.

Aproximadamente a las 14:30 horas arribaron al lugar unos 200 policías estatales, quienes, ante la negativa de los pobladores para entregar a los agentes, implementaron un operativo para liberarlos en el que lanzaron gas lacrimógeno, lo que provocó un zafarrancho y daños al inmueble.

Campesinos de 20 estados exigen diálogo con la Segob

Para exigir un diálogo verdadero por la reforma del Estado para el campo, 5 mil campesinos, encabezados por los dirigentes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos; Unión Nacional de Trabajadores; Coordinadora Nacional Plan de Ayala; Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas, y de la FIOAC MLN, agrupados en el Frente Auténtico Campesino, pernoctaron en las inmediaciones del Palacio de Cobián.

Los labriegos advirtieron, en pancartas, que no permitirán la privatización de ejidos y comunidades; lucharán contra la expansión de las mineras y empresas eólicas, y contra la siembra de maíz transgénico; demandaron terminar con la concentración de los recursos en unos cuantos productores, y que se hagan extensivos a 80 por ciento de los agricultores los beneficios del presupuesto para la comercialización de cosechas y vivienda.

Según otra nota del diario La Jornada, desde temprano los campesinos, procedentes de una veintena de estados, se concentraron en el Monumento a la Revolución. Algunos llegaron con cobijas, rollos de hule espuma en sus mochilas y sarapes; sólo se cubrían con sus chamarras, sombreros, gorras y rebozos. En algunas de las camionetas de las agrupaciones sobresalían mesas y sillas de plástico; utensilios de cocina, hornillas, platos desechables, botellones de agua; barras metálicas para armar las carpas, y lonas.

“No venimos de paseo ni a perder el tiempo, sino a luchar por nuestro campo y familias; es una lucha por la justicia. Tomamos algunas calles principales de la ciudad para que la población sepa que exigimos solución a diversos problemas agrarios, de vivienda, de comercialización de nuestras cosechas”, resaltaron los dirigentes locales de las agrupaciones campesinas con sus altavoces durante la caminata sobre Paseo de la Reforma, Juárez, Eje Central, avenida Hidalgo y Bucareli, hasta llegar a las calles aledañas a la Secretaría de Gobernación (SG), la cual fue resguardada por granaderos con vallas metálicas. Por la noche, la vigilancia fue reforzada y se amplió el cerco.

En dos grandes mantas puntualizaron su postura en torno a los foros para la reforma del campo, convocados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación: “En el campo tenemos dignidad, no iremos al diálogo fingido de un gobierno que engaña y traiciona. La reforma del campo abre las piernas del país a las grandes empresas extranjeras para darles la propiedad de la tierra y sus productos”.

Adultos mayores, mujeres con sus hijos en brazos, niños e incluso hombres con muletas y bastones participaron en la movilización, en la que no faltó la arenga “Zapata vive, la lucha sigue”. Su precaria situación económica se reflejó en una familia de cinco integrantes que compartió el refresco por el que pagaron 25 pesos, porque, dijo el vendedor ambulante, vaso, hielo, limón y sal “no vienen con la bebida”.

Durante la movilización se suscitaron momentos de tensión, ya que los labriegos derrumbaron las vallas metálicas instaladas en Bucareli.

Al atardecer, al menos 300 mujeres realizaron un mitin frente a las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) ubicadas en Paseo de la Reforma para demandar a la titular, Rosario Robles, que deje de promover “la familia pequeña forzosa” –por no entregar apoyos de los programas a las mujeres que tengan más de tres hijos– y para que responda a las diversas peticiones que han presentado.

Al acercarse a las puertas de cristal de las instalaciones de la Sedesol, los policías encargados del resguardo de éstas reprimieron a las campesinas con gas lacrimógeno y con la manguera contra incendios. Vía telefónica solicitaron el apoyo de los varones y continuaron con el forcejeo, logrando derribar una de las puertas de cristal templado. Apoyadas por los hombres, ingresaron a la institución.

“Sólo entran mujeres”, advirtieron dirigentes. Algunas corrieron hacia las escaleras y otras se quedaron frente a los elevadores. A gritos pidieron hablar con Robles Berlanga, pero les informaron que no se encontraba y les sugirieron que se reunieran con subdirectores del área. “Ellos sólo nos hacen dar vueltas y ya estamos cansadas de sus agravios. Queremos que nos respeten”, señalaron.

Tras realizar un mitin de 40 minutos las mujeres acordaron retirarse, pero advirtieron: “Somos mujeres aguerridas. No queremos demagogia, sino soluciones. Esta secretaría ya tuvo una muestra de lo que podemos hacer. Esto apenas empieza”

Durante el día, los dirigentes campesinos recibieron llamadas telefónicas para proponerles que se reunieran con el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, lo cual rechazaron.

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