En el ejercicio de mi derecho de réplica, la que suscribe se dirige a ustedes por única y última ocasión, para ratificar mi sentir sobre lo que a últimas fechas se ha publicado en distintos medios de comunicación referente a mi postura y preferencias sobre el proceso de renovación del Comité estatal del PAN.
Ha sido sorprendente para mí, verificar, que un hecho cotidiano en todo sistema democrático, con actores e instituciones serias y consolidadas, como el de expresar mis preferencias políticas por una persona, ideología o corriente de pensamiento, haya generado tal respuesta y atención por parte de la diputada Aurora Aguilar Rodríguez y su equipo de asesores.
Y refiero sorprendente, porque consideró que la vorágine de comentarios, rumores y tergiversaciones que generó mi expresión de apoyo a una de las fórmulas contendientes en este proceso, inclusive llegar a decir que mi enojo o sentimiento es por no dejarme asumir la suplencia, que definitivamente la ambición no determina mis acciones y mis ideales, no ha lugar, y aún menos cuando se busca de esa manera intimidar la libre expresión y el disenso.
Incluso, se ha llegado al extremo de poner en duda mi existencia y/o comentarios, que solo han sido dos y este que es mi derecho constitucional, según lo expresado por el ex candidato a diputado local por el distrito II e integrante del equipo de campaña de Aurora Aguilar Rodríguez, Max Hernández Pulido, quien según sus entendidos –y citó-, “las declaraciones que se le atribuyen a Viviana nunca fueron emitidas, algún maloso está haciendo mal uso y lo vamos a tratar de ubicar, y si lo hacemos, procederemos conforme a nuestro criterio”.
Aprovecho para comunicarle a Max Hernández que soy tan real, como reales son mis ya conocidas declaraciones. Lamentó que con esos comentarios, de a entender que no puedo ejercer por mí misma una libertad de pensamiento y que tengo que recurrir a supuestos fantasmas para decir lo que considero necesario expresar cuando de defender mis valores y creencias se trata.
A manera de despedida, he decidido dar por zanjado este asunto consciente de que por más que la búsqueda del poder llegue a convertirse en una lucha descarnizada, nunca debemos caer en ese camino y dejar de lado nuestro compromiso ético con nuestros semejantes y el partido que decimos defender.
No conmigo, no de esa forma.
Con amabilidad
Viviana Burle Migoni