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Trascendió que el ex alcalde de Apizaco Orlando Santacruz Carreño despilfarró en su uso personal más de 83 millones de pesos en casas, autos de lujo, joyas viajes, obras de arte entre otras cosas, lo que representa casi el 70 por ciento del presupuesto asignado a Apizaco por el orden de 120 millones de pesos, por lo que es casi un hecho que saldrá negativa ante el cúmulo de irregularidades que se presentaron con 310 observaciones pendientes que difícilmente saldará.
Uno de los aspectos a resaltar es la entrega de presuntas facturas apócrifas que el ex alcalde entregó al Órgano de Fiscalización Superior (OFS) por el monto de 1.5 millones de pesos, además de 5.5 millones de pesos desaparecidos que entregó al municipio la CONACULTA para la construcción de la escuela de música de Apizaco y 60.4 millones de pesos que no fueron comprobados destinados para obra pública.
A estas anomalías se suman deudas a contratistas y proveedores por 4.8 millones de pesos, así como 2.7 millones que el ex alcalde se presume dio como finiquitados ante el OFS pero que al parecer la documentación resultó ser apócrifa, ya que presentaba como liquidadas deudas por 2.7 millones resultando que no habían sido saldadas.
Otro monto por 3.1 millones de pesos para diversos programas habrían sido desviados para otro tipo de gastos vulnerando las reglas de operación, además de que hubo erogaciones por 1.9 millones de pesos en gastos personales que no procedentes.
Esto aunado los más de cinco millones de pesos que debe el municipio al Servicio de Administración Tributaria (SAT) debido a la retención del pago de impuestos de algunos trabajadores por parte del ex alcalde, quien no hizo el pago correspondiente a las instancias federales, en un principio por 2.5 millones de pesos pero que al día de hoy rebasan los cinco millones y sigue incrementándose.
En consecuencia, el dictamen de los diputados en relación a la cuenta Pública de Santacruz Carreño podría ser adversa y adjudicarle un daño patrimonial para ser castigado incluso con la cárcel, decisión que lo pondría fuera del escenario político a menos que sea salvado por los diputados.