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- Millones de mexicanos tienen como único horizonte el hambre y la pobreza.
Zitlaltepec de Trinidad Sánchez Santos.- El modelo neoliberal no disminuye sino que profundiza la desigualdad social; la economía se subordinó a un modelo dependiente, por lo que la economía prácticamente no ha crecido, pero sí la pobreza en la que viven por lo menos 60 millones de mexicanos, entre ellos, casi 13 millones en pobreza extrema, afirmó ante más de mil de sus seguidores en este lugar, Alfonso Sánchez Anaya.
El candidato a la diputación federal, dijo que los gobiernos neoliberales adelgazaron al Estado y sus responsabilidades, redujeron el gasto social y desmantelaron instituciones sociales, ocasionando el deterioro de la seguridad social, la salud, educación y sobre todo el de la calidad de vida de la gran mayoría de los mexicanos; hoy en día, el 11 por ciento de los habitantes del país tienen inseguridad alimentaria grave, ni siquiera pueden comer tres veces al día.
Hoy millones de mexicanos, precisó, tienen como único horizonte el hambre, la pobreza, la desigualdad, la iniquidad, la violencia, la intolerancia y la opresión; la política social del gobierno actual es la continuidad neoliberal. Además, “en el combate a la pobreza se mantiene la misma estrategia de focalización que desde hace 20 años y no ha mostrado resultados ni avances significativos; la pobreza crece y no le importa al gobierno”.
Peor aún, Sánchez Anaya señaló: “lo más lamentable para los mexicanos en la actualidad es que según cifras oficiales, la seguridad social es el derecho social más rezagado en México, pues el 61.2 por ciento de la población carece de éste y en la mayoría de las entidades federativas la mitad de sus habitantes no lo tienen garantizado; en Tlaxcala, el rezago es mayor al 70 por ciento de su población”.
Por ello, abundó el de MORENA, se requiere modificar el paradigma de la política, para que el Estado sea un garante activo del cumplimiento de los derechos sociales a través de la acción pública, de políticas públicas, de legislaciones específicas; de políticas fiscales progresivas.
Como legislador federal, Sánchez Anaya se comprometió con los asistentes: “el primer paso será hacer cumplir los principios constitucionales referidos a los derechos sociales y luego, que el Estado asuma su responsabilidad social para garantizar que cada hombre y cada mujer reciban, desde su nacimiento, una alimentación básica suficiente; tengan acceso a servicios públicos y gratuitos de salud y educación; puedan ejercer su derecho al trabajo con salarios justos y prestaciones sociales; dispongan de una vivienda digna y servicios públicos básicos de agua, energía eléctrica y transporte”.