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Edil de Ixtacuixtla obligó a su personal a firmar acuerdo de Cabildo para después presumirlo ante los medios como algo pactado.

Emulando al personaje principal de la conocida película La Ley de Herodes, el presiente municipal de Ixtacuixtla Tomás Vázquez Vázquez hizo uso de sus facultades al presuntamente obligar a firmar a su personal un acuerdo de Cabildo mediante el cual se comprometían alrededor de 180 trabajadores de la comuna a vender los boletos de la feria, tocándole a cada uno desde cinco mil 900 pesos hasta 10 mil para los directivos, mostrándose ante los medios de comunicación como si no hubiera habido una coacción y chantaje para que no perdieran el trabajo, según lo relata un directivo que pidió el anonimato.

La excusa perfecta para el presidente de los alcaldes priístas para tratar de resarcir la imagen de represor fue mediante un acuerdo en Cabildo en el que los trabajadores firmaran estar conformes como pretexto de posicionar la feria anual para luego presentarlo a los medios de comunicación y se mostrara como un edil que busca el progreso de su municipio y no como el que obligaría a la fuerza a la venta de boletos que en parte serían destinados para la campaña del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para el tercer Distrito, Ricardo García Portilla.

Y es que después de que el personal denunciara la actitud del alcalde para obligarlos a vender los boletos y se supiera que parte de esos fondos que dijeron que serían de alrededor de un millón 500 mil pesos llegarían a la campaña del candidato tricolor, se presume que el mismo gobernador, Mariano González Zarur le habría hecho una llamada en la que palabras más, palabras menos le reclamaría por su actitud tan ingenua y que lejos de ayudar a su “delfín” lo estaría exponiendo al golpeteo por sus actitudes.

Es por esto que buscó la manera de salir bien librado y fue como se le habría ocurrido la brillante idea de presentar a la opinión pública las firmas de conformidad del personal, no obstante, estas rubricas se plasmarían bajo presuntas amenazas de que quien no firmara perdería su trabajo por insolente.

Ante estas presuntas anomalías, los trabajadores de éste Ayuntamiento pidieron la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para que realicen una investigación a fondo y sepan que han sido pisoteados sus derechos individuales al sufrir un constante acoso y  represión que el alcalde ha disfrazado de acuerdos, de no haber resultados de manera anónima buscarán a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que atraiga el caso y estos hechos aunque queden impunes no sigan ocurriendo por el pretexto de impulsar la campaña del PRI en el tercer Distrito.

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