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Terrenate, Tlaxcala.- Cubría apenas su segunda guardia como efectivo de la corporación, cuando un hecho desafortunado le cortó la vida al oficial que en vida llevó el nombre de Felipe Leal Hernández, quien ahora deja en la orfandad a cuatro hijos y su esposa.
Oriundo de la comunidad de Guadalupe Victoria, causo alta en la corporación preventiva el primer día de enero del año en curso, cuya dirección en esta nueva administración de Terrenate está a cargo de Martín Calderón Macías.
De acuerdo con la versión de algunos testigos de estos hechos violentos, lo cuatro jóvenes que se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes en la tienda denominada "La Chiquita", ubicada en el Libramiento a Terrenate, y quienes más tarde fueron detenidos por la policía estatal en Xaliztic y Yauhqueméhcan, lanzaron ofensas contra los tripulantes de la patrulla 03.
Al tratar de reconvenir en esos momentos a los infractores, el ahora caido en cumplimiento de su deber se hizo de palabras con dos de ellos y amagó con llevarlos a los separos preventivos.
Narraron que en un primer momento al verse superados en número y no saber controlar la situación, la discusión subió de tono y, fue cuando comenzaron los golpes; motivo suficiente para que los efectivos municipales solicitaran refuerzos con sus compañeros de guardia en la comandancia municipal.
Narraron que al llegar los refuerzos la gresca aumentó e hizo más complicada la situación, saliéndose de control. Y, fue entonces cuando uno de los presuntos inculpados al verse superados, sin mediar una palabra alguna sacó de entre sus ropas un arma de alto calibre y disparó en cuatro ocasiones contra el hoy occiso.
Como este sanguinario no es la primera vez que ocurre en el serrano municipio de Tlaxcala, sostuvieron pobladores.
Aquí ya es seguido y "es el pan de cada fin de semana", porque a la autoridad ni a la policía respetan.
"Ni porque sean de aquí o venga alguien de fuera, no tienen experiencia ni la capacidad", acusaron.
Ya ven la vez pasada, "comenzando por los propios elementos que entre ellos se agarraron a escopetazos en la comunidad de El Capulín".
Meses más recientes en la pasada administración coincidieron, hubo otro muerto; luego de que el papá del finado que estaba el los gallos tomó venganza por su propia cuenta.
Lo cierto concluyeron, es que aquí en "Terrenate ya es un pueblo sin ley". En donde a la autoridad ni a la propia policía respetan, porque no cuentan con la capacidad duficiente reprobaron.
En toda esta zona de Terrenate las banditas se calmaron un tiempo, cuando estuvo un destacamento del ejército, sin embargo actualmente sigue lo mismo, acotaron.