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Según los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la lideresa interina Blanca Águila Lima le queda solamente esta semana para emitir la convocatoria para renovar el Comité Directivo Estatal (CDE) y sean los consejeros quienes elijan a quien habrá de llevar el timón del tricolor en las elecciones del próximo año, mientras tanto ya hay varios tiradores y comienzan los jaloneos al interior del instituto político.
Blanca Águila deberá dejar un rato sus actividades políticas para reelegirse al frente de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa) y sus otros dos trabajos en los que cobra puntualmente para abocarse a emitir la convocatoria con plazo máximo el domingo 12 de marzo, proceso en el que su pareja sentimental Abel Amparo Romero afirma que participará la oriunda de Zacatelco con o sin la venía del gobernador Marco Mena Rodríguez.
Hasta el momento ya hay aspirantes a la dirigencia estatal como el caso del marianista Arnulfo Arévalo Lara, quien ya ha sido líder del partido y entregó resultados adversos, no obstante, su carta fuerte es su fidelidad al ex gobernador Mariano González Zarur
Además del diputado local, la legisladora federal Anabel Alvarado Varela también pretende que "su papi" como llama a González Zarur, le haga nuevamente el favor y la haga presidenta del CDE para utilizarla como escalón en busca de la senaduria y hacer a un lado a su homóloga Rosalinda Muñoz.
Mariano González Aguirre también podría apuntarse una vez emitida la convocatoria teniendo como su mayor logro político ser hijo del ex gobernador; mientras tanto Blanca Águila no quita el dedo del renglón y también buscaría la dirigencia estatal como trampolín para ir en las boletas electorales el próximo año, ya sea en su eterna búsqueda del distrito federal al que pertenece o negociando la diputación local por la vía plurinominal.
Ya con la convocatoria emitida serán los consejeros políticos estatales los que decidan con el tradicional "levantadedos" quien será el próximo dirigente previo acuerdo y con el "dedazo" característico que otorga el priista más poderoso de la entidad.