- Tlaxcala
La juez de lo penal Olivia Mendieta Cuapio estaría protegiendo al constructor poblano Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, quien a pesar de contar con una orden de aprehensión por despojo ha acudido a diferentes amparos para evitar a la justicia; mientras tanto el dueño legítimo de los predios 819 y 822 del Ejido de Huamantla, Rafael Cervantes López sigue en espera de que se haga justicia y pueda hacer uso de sus tierras que por el momento son ocupadas por “gatilleros” al servicio del acusado.
Sin otorgar una explicación clara sobre el asunto del despojo en el expediente de la causa penal 593/2015, el agraviado expuso en un documento las omisiones y la falta de medidas cautelares por parte de la funcionaria judicial, quien estaría evitando que se le restituya la posesión a Rafael Cervantes a quien incluso se le pidió exhibir una fianza en efectivo de 8.5 millones de pesos para recuperar su terreno aun cuando él es la parte agraviada.
El escrito que fue enviado por Cervantes López al Magistrado Presiente del Consejo de la Judicatura, el agraviado expuso que se llevó a cabo el pasado 30 de enero una audiencia verbal, de la cual hasta el momento no se conoce la resolución, a pesar de que debió haber un dictamen el mismo días.
Cervantes López argumentó que el juez tiene la facultad de ordenar la restitución provisional aun cuando no haya una sentencia definitiva, por lo que el hecho de no proveer sobre la restitución del inmueble materia del delito de despojo, implica se retarde la impartición de justicia, lo cual sería responsabilidad de Mendieta Cuapio.
Mientras tanto, el acusado de despojo Alarcón Rodríguez mantiene personal de seguridad privada en el predio al cual le causaron un daño por 8.5 millones de pesos, asimismo, hay otras denuncias para echar abajo la venta ilegal de los predios cometidas en presunta complicidad con el notario Carlos Ixtlapale, quien habría aceptado firmas y documentación falsa para despojar a Cervantes López.
No es la primera vez que hay quejas en contra de la juez Mendieta Cuapio, quien se siente protegida por ser parte de una familia que se ha enquistado en la estructura política del estado por diferentes partidos.