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La corrupción y el nepotismo en el Sistema Judicial a nivel nacional ha alcanzado niveles muy altos de acuerdo con el Consejero de la Judicatura, Genaro Borrego Estrada, quien señala que casi la mitad de los juzgadores del país contratan a parientes o familiares lo que puede fomentar el tráfico de influencias y prácticas de corrupción.
El caso de Tlaxcala es especial, ya que sólo quedó por detrás de Guanajuato, Aguascalientes y Jalisco como una de las entidades en la que los juzgadores contratan a parientes o familiares, alcanzando un 70 por ciento.
Estas prácticas dañan la imagen de los juzgadores, indica el "Estudio sobre Redes Familiares y Clientelares en el Consejo de la Judicatura Federal", al que tuvo acceso Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
El reporte hace referencia a diversas encuestas del Inegi en las que los jueces son considerados más corruptos que los ministerios públicos, Policías estatales o judiciales, o cuentan con tanta confianza de la ciudadanía como los partidos políticos o los diputados locales y federales.
Pero no sólo han sido los jueces los que han caído en este tipo de prácticas, ya que en el mismo estudio se encuentra que el 45.8 por ciento de los empleados de un Tribunal o Juzgado tienen familiares, hecho en el que nuevamente la entidad se encuentran dentro de los primeros lugares en este aspecto.
Estos hechos han sido contundentes para que la credibilidad en la impartición de justicia sea puesta en duda.