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La temporada 2017-18 no pinta amigable para el Ascenso MX y sus integrantes, pues 10 de los 16 clubes no podrían subir a la Liga MX a pesar de ganar el derecho de manera deportiva.
Durante la última asamblea de dueños se estipuló que el equipo que busque un lugar en la Máxima Categoría deberá cumplir con ciertos requisitos.
Uno de ellos es que cuente con un estadio con capacidad para más de 20 mil aficionados, cualidad que cumplen sólo seis de los 16 equipos que integran la categoría de plata.
Los candidatos son Atlético San Luis, Atlante, Celaya, Dorados, FC Juárez y la UdeG, en caso de que una de las otras 10 instituciones logre el ascenso tendrá 45 días para adaptar su inmueble.
De no conseguirlo se mantendrá en el mismo nivel y recibirá un premio económico que deberá ser cubierto por el club que haya descendido en la Liga MX, a su vez éste se mantendrá en Primera.
En los casos de Dorados, Mineros y Tampico Madero se suma el hecho de que tienen vínculos con Tijuana, Grupo Pachuca y Santos, por lo que violan el tema de la multipropiedad y se verán obligados a cambiar de dueños.
Esta norma es una de las principales novedades para el escalón de plata del futbol mexicano, otro de los importantes es el cambio de participantes.
Para este año serán 16 los clubes que integren el Ascenso MX, dos menos que el pasado y esto se debe en parte a que Jaguares, el cuadro descendido de Primera, fue desafiliado por adeudos con sus jugadores.
Zacatepec desapareció, pero apenas por unos días pues la franquicia de Coras fue movida para volverse los nuevos cañeros.
Colima descendió y su lugar no fue ocupado dado que los Coyotes de Tlaxcala, campeones de Segunda División, no tienen el aforo suficiente en el Estadio Tlahuicole.
Los directivos le dieron un año para ampliar su capacidad y de lograrlo podrá integrarse a la competencia para la campaña 2018-19.
Finalmente, Atlético San Luis, con inversión del Atlético de Madrid, reactivó su franquicia y luce como uno de los proyectos fuertes para buscar el ascenso.
Otro de los candidatos son los Mineros , aunque tienen el freno de mano respecto a la certificación, norma que luce más como una protección a los equipos de la Liga MX.