• Huamantla
  • Martín Rodríguez Hernández
El originario de la comunidad de Benito Juárez, Huamantla, sufre Hipoacusia severa; su padre no sabe si Alejandro entiende cuanto lo ama o el orgullo que le transmite con cada logro, pero ahorra para impulsarlo en la escuela, el deporte o la danza.

La comunidad de Benito Juárez en Huamantla aloja a la escuela primaria “Independencia” del turno vespertino, institución que se encuentra adscrita a la zona 016 y que se ha convertido en un referente para el deporte gracias a un niño que no escucha, que no habla, pero que pese a su precariedad ha estimulado positivamente a sus hermanos, compañeros y maestros.

Esta escuela asiste cada año a los eventos deportivos organizados por la zona, sin embargo, desde que Alejandro Romero Cuevas llegó a la primaria Independencia ha impulsado positivamente el medallero de esta institución.

Alejandro no maneja el lenguaje de los sordomudos, mucho menos ha podido tener un tratamiento o intervención quirúrgica que le permita llevar una vida normal, sin embargo, espera que a través del Gobierno del Estado o del propio municipio -al que representa dignamente- se puedan dar las facilidades, pues sus padres coinciden en la imposibilidad financiera que los limita para brindarle el regalo de la audición a su hijo.

Directivos de la institución reconocen que las condiciones físicas de Alejandro pueden ser superiores, siempre que se le otorguen las condiciones, pues desde los dos años que le diagnosticaron hipoacusia profunda hasta el día de hoy no se le ha podido intervenir, lo que le ha generado accidentes al grado de estar a punto de ser atropellado.

Irma Cuevas López y Ricardo Romero Albañil, padres del atleta y estudiante, no contienen la emoción y lágrimas de alegría al hablar del orgullo que le transmite cada logro de su vástago, aunque esas mismas lagrimas denotan la nostalgia y el enfado por no tener el dinero para mejorar las condiciones de sus tres hijos, mucho menos para una intervención quirúrgica que le permitiera escuchar la música de carnaval que tanto le agrada al pequeño deportista.

Héctor Horacio López y Candelaria Sánchez Navarro, profesor de educación física y directora de la institución, respectivamente, valoran y reconocen lo hecho por su alumno, además destacan su desempeño matemático, intelectual, social y deportivo que le permitieron cosechar, en el terreno personal, un total de cinco medallas. 

Es un hecho que Alejandro no escucha, no habla, pero también es claro que el pequeño deportista transmite e impacta con su ejemplo.