• Ixtenco
Presentan denuncia en contra de Caballero Yonca y del director de la policía municipal, Ranchero Marcellano

Pese a que el alcalde de Ixtenco Miguel Ángel Caballero Yonca fue suspendido de sus funciones por el Congreso Local, pobladores de la demarcación acusaron de que en confabulación con el Director de la Policía, Elías Ranchero Marcellano, amenazan y persiguen a los habitantes.

La señora María Antonia Leal Aquino, acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) a levantar la denuncia correspondiente pues asegura que es una de las víctimas de Caballero Yonca y de Elías Ranchero Marcellano.

El Secretario Técnico de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y Ofendidos de la PGJE, Adrián Luna Ramírez, la canalizó al perito oficial en Psicología a efecto de que dictamine si presenta afectación emocional e intimidación por los hechos que denuncia. 

Y es que Leal Aquino indicó que el pasado miércoles, al salir de compras con sus hijos y esposo, una patrulla se les alineó de forma intimidante y los siguió, y para proteger a sus familias, enfrentó a sus ocupantes.

“Yo les dije que no tenían que seguirme de esa forma, pues yo no soy una delincuente; les pedí que se identificaran y dijeron llamarse Elías Ranchero Marcelano, director de policía, y los policías Enrique Sánchez Palestina y Omar de Lázaro Hernández”, detalló.

Abundó que a los pocos minutos venía en un auto Miguel Ángel Caballero acompañado de su hermano Jesús los cuales iban escoltados por una patrulla municipal con número B-08.

De igual forma María Antonia, señaló que en esta semana un sujeto que fungía como escolta de Miguel Ángel Caballero, les fue a gritar con palabras ofensivas que se retiraran de la presidencia y los amenazó que de no hacerlo se atuvieran a las consecuencias.

Ante estos hechos, María Antonia Leal, mencionó que la situación en el municipio desde que llegó Caballero Yonca se volvió insoportable, por lo que exigió a las autoridades estatales para que resuelvan de forma inmediata el conflicto y puedan volver a sus actividades normales, y se acabe el miedo.