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En la instalación de su Comisión, Irma Garay ofertó diversos bocadillos acompañada de edecanes y bebidas que no corresponden a lo que pregona López Obrador

Al diablo con la simulación de la austeridad republicana que pregona el presidente electo, fue la versión de invitados a la instalación de la Comisión de Asuntos Electorales que presidirá la diputada local regiomontana del Partido del Trabajo (PT) y dueña de los dineros del partido de la estrella en Tlaxcala, Irma Garay Loredo.

Contrario a lo que pide Andrés Manuel López Obrador para manejarse en la austeridad republicana y no ofender al pueblo que vive en su mayoría en pobreza, la legisladora importada desde el cerro de la silla, quiso impresionar a sus invitados como si estuviera en uno de los municipios más prósperos de Nuevo León, ofertando bocadillos y bebidas a costa del erario de los tlaxcaltecas.

Con carnes frías, mariscos y vino tinto para no bajar la comida a brincos, Irma Garay quiso agasajar a consejeros electorales, magistrados y a sus compañeros para demostrar que ser de un partido de izquierda no significa no ser pudiente y que en Tlaxcala también se puede gastar como lo hacen los regiomontanos.

Para no desentonar y mostrar que hay fuertes prerrogativas en el partido del que es dueña, la hija del diputado federal Silvano Garay, contrató meseros y hasta edecanes para hacer más amena la compañía a los pobres tlaxcaltecas que la acompañaron.

Ex petistas que huyeron del partido por el nepotismo de la familia Garay, lamentaron que mientras ellos disfrutan manjares, se burlen de la gente entregándole cobijas usadas para engañarlos que los apoyan.

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