• Seguridad
  • Pedro Sierra
A dos meses de que vandalizaran la comandancia del municipio, la síndico municipal no ha presentado la denuncia correspondiente

A casi dos meses de que pobladores supuestamente auspiciados por la síndico municipal, Lucía Rojas González vandalizaron la dirección de Seguridad Pública del municipio de Ixtenco, siguen sin presentarse las denuncias correspondientes ante las autoridades locales para desalojar el lugar y permitir a la policía municipal contar con el equipo necesario para enfrentar a la delincuencia que cada vez se acerca más a esta demarcación por la evidente presencia del crimen organizado en municipios colindantes que pertenecen al estado de Puebla.

Al no contar con la armería que se ubica dentro de las instalaciones de la policía municipal que se encuentran tomadas por detractores del presidente municipal, Miguel Ángel Cabellero Yonca, la dirección de Seguridad Pública de la comuna no cuenta con el armamento para hacer frente a una situación de emergencia que pudiera presentarse por la cercanía con municipios poblanos que tienen problemas por la presencia de bandas del crimen organizado.

Ha sido ya en diversas ocasiones que en las colindancias del municipio, se han presentado grupos de la delincuencia organizada con armamento de alto calibre, lo que ha despertado temor entre la población y preocupación por parte de las autoridades municipales debido a la carencia de armas para defender a los habitantes.

Se presume que son delincuentes que provienen de San José Chiapa, Lara Grajales y otras poblaciones cercanas del estado de Puebla que han llegado a las cercanías de Ixtenco, lo que cada vez es más frecuente y pone en alerta a las autoridades que no cuentan con el equipo para hacer frente a una posible incursión de este tipo de criminales.

Mientras hay un peligro latente por esta situación ajena al municipio, la síndico municipal no ha querido presentar la denuncia por los hechos ocurridos el pasado 14 de mayo, cuando gente detractora del alcalde tomaron las instalaciones de la dirección de Seguridad Pública y la saquearon por meros intereses políticos.

La comandancia cerrada con la armería y la carencia de armamento es una invitación a la delincuencia, gracias a la tardanza y anuencia de la síndico para cumplir con su responsabilidad como representante legal del municipio de cumplir con las denuncias correspondientes que le permita al municipio acceder nuevamente a las instalaciones de la dirección de Seguridad Pública.

El descaro de Lucía Rojas ha llegado al grado de que mediante un oficio a manifestado que a ella no le constan los hechos ocurridos el 14 de mayo pasado y en consecuencia al sentirse fiscal no acudirá a realizar la denuncia que le permita al Ayuntamiento recuperar la comandancia y con ello las armas para la policía municipal.

Y es que aunque los índices delictivos han disminuido en los últimos meses, el peligro es latente por las condiciones antes descritas, hecho que ha llevado a que la población y hasta los mismos seguidores de la síndico se encuentren molestos por la actitud que tiene en riesgo al último bastión Otomí en Tlaxcala.

Incluso algunos vecinos del municipio culpan directamente a Lucía Rojas si llega a ocurrir alguna desgracia como consecuencia de la falta de armamento en Ixtenco, por lo que además diputados locales ya analizan la destitución de la representante legal del municipio por las omisiones y las faltas en las que estaría incurriendo, siendo lo más preocupante que están a merced de la delincuencia por una situación política.

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