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Pese al escándalo en el que se vió envuelta la magistrada Rebeca Xicohténcatl Corona, luego de llamar mediocres a los que votaron por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), senadores, diputados federales y locales emanados de la coalición que arrasó en todo el país, la abogada logró colocar a sus incondicionales como nuevos jueces.
Dentro de los incondicionales de Rebeca Xicohténcatl que arribaron como jueces de encuentra Aída Báez, Noé Cuecuecha y Violeta Fernández, esta última esposa de Ricardo Amaro Ramírez, gente identificada con la 4T que tanto odia la magistrada.
De igual manera, Mario Antonio de Jesús puso a sus cercanos como Gabriel Flores Alvarado, Rodolfo Alfonso Méndez Acametitla y Alfonso González Martínez, mientras que Elsa Cordero impulsó a Rossana Rubio Marchetti.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Gobierno (Segob), José Aarón Pérez Carro apadrinó a Omar Cuapantecatl, además de los secretarios proyectistas de algunas salas del TSJE que pudieron brincar de cargo para ser jueces civiles más por recomendación que por méritos son Dora María Espejel, Beatriz Eugenia Bello Hernández y Danielvira Ramírez Jiménez, quienes son una burda cuota de los magistrados Mary Cruz Ornelas, el triquiñuelas Fernando Bernal Salazar y la soberbia Elsa Cordero.
Esta situación pone en evidencia el por qué, existe un Poder Judicial tan improductivo y carente de confianza por parte de la misma ciudadanía que visualiza un lugar para poner a los cuates.