• Salud
  • Pedro Sierra
La enfermera avisó que se sentía mal, le hicieron la prueba, la dejaron seguir trabajando.

Aunque el tema de salud es preponderante en la actual administración, una enfermera contagiada por Covid-19 enfrenta el resguardo domiciliario, en donde es vigilada para garantizar su recuperación.

Fue la jefa de enfermeras del Hospital de Zacatelco, Rosa Morales la primera a la que acudió la enfermera y le comentó que se sentía mal para que le dieran la oportunidad de mantenerse en reposo y en caso de dar positivo, no hubiera más contagiados, sin embargo la jefa de hizo caso omiso y le dijo que continuará trabajando y debido a su necesidad por no tener plaza y estar por contrato, tuvo que acceder.

Fue que después se puso mal y se enteró la directora del nosocomio, Graciela Ajuech, por lo que se le hizo la prueba para Covid-19 y resultó positiva, hecho por el que la agraviada pidió tener la oportunidad de ir a su hogar a cumplir la cuarentena.

Aunque inicialmente se manejó que la enfermera infectada sería dada de baja de la dependencia, personal de la Secretaría de Salud de Tlaxcala aclaró que la mujer cuenta con el respaldo de las autoridades estatales y que ésta sigue mantinendo su fuente de trabajo. Esta en su domicilio y su estado de salud es seguido puntualmente, por lo que una vez que se recupere y este en condiciones podrá volver a laborar, explicó la fuente consultada.

De acuerdo con el seguimiento que la Sesa da a los enfermos por Covid-19, se determinó que la mencionada enfermera fue contagiada afuera de las instalaciones médicas donde trabaja y que el virus no lo contrajo por falta de equipo o de cuidado.

 

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