• Tlaltelulco
  • Cristian Mastranzo Garrido
Hasta el momento todos conocen al Picapiedra, pero porque fue evidenciado por el mismo personal, que se la pasa ingiriendo bebidas embriagantes en su oficina a costa de los impuestos de la gente.

Mientras el presidente municipal de la Magdalena Tlaltelulco, Rubén Pluma Morales, se la pasa presumiendo logros en seguridad pública, la realidad es otra, más aún cuando ha incrementado el robo de automóviles de una forma incontrolable.

La molestia de Naty Natyta Morales Ortiz, fue evidente al difundir un video donde en cuestión de segundos se robaron un automóvil en las inmediaciones de un conocido restaurante.

Si realmente hay resultados en el combate a la inseguridad como lo presume el vocero en sus boletines “piteros” como se lo recriminó Mons Ter en un comentario que realizó Alejandro Morales, debería de hacerlo palpable. 

Tal pareciera que ese ayuntamiento tiene un vocero chayotero que solo busca checar su entrada por las mañanas, saciar su hambre durante todo el día y ya muy por la tarde, acudir a las afueras de un medio oficial para poner su pie sobre la pared y esperar la noche.

Lejos de hacerla de chacal, debería de aprovechar el tiempo para hacer el trabajo de un verdadero vocero que difunda los nulos logras de la administración.

Porque hasta el momento todos conocen al Picapiedra, pero porque fue evidenciado por el mismo personal, que se la pasa ingiriendo bebidas embriagantes en su oficina a costa de los impuestos de la gente.