- Tlaxcala
Algún gusto o algo le conoce José Aarón Pérez Carro al gobernador espurio, Marco Mena Rodríguez para que éste, se vea en la tentación de dejar al exsecretario de Gobierno en una de las tres vacantes que existen en las notarías, a pesar de su limitado trabajo al frente de la política interior de Tlaxcala.
Sin cumplir con los requisitos para ser notario como tener un posgrado en temas notariales o la experiencia con un fedatario, además de cinco años de residencia en la entidad, Aarón Pérez quiere una posición para vivir de por vida de una notaría.
Pese a ser inelegible, Pérez Carro le apuesta a sus secretos con el gobernador para exigir está posición a días de que culmine el gobierno de Marco Mena, buscando así un lugar para sobrevivir, después del desastroso papel que desempeñó como número dos de la administración menista.
La incompetencia de Aarón Pérez es tal que, no tuvo un resultado positivo como fiscal especial en el caso Ayotzinapa, pese a esta situación y por una supuesta recomendación de la exgobernadora, Beatriz Paredes Rangel, el inútil priista fue uno de los hombres más cercanos al gobernador impuesto por un presunto fraude electoral.
El nombramiento de Pérez en el caso de que le regalen la notaría, podría ser impugnable al no contar con cinco años de radicación, no tener experiencia con algún fedatario y carecer de algún posgrado en la materia.