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  • Pedro Sierra
El anuncio de la gobernadora, los convivios decembrinos y la presencia de Ómicron encendió las alarmas

El anunció de que la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros dio positivo a COVID-19, aunado al contacto propio de las fiestas decembrinas y la confirmada presencia de la variante Ómicron en la entidad, encendió las alarmas entre los funcionarios estatales y varios de ellos ya han acudido a hacerse la prueba para descartar ser portadores de esta enfermedad.

Trascendió que varios de los integrantes del gabinete legal y ampliado, han acudido a realizarse el examen para determinar si tienen COVID-19 y de esta manera, seguir los pasos correspondientes para cuidar su salud y evitar más contagios.

Entre ellos destaca el titular de la Secretaría de Salud (SESA), Rigoberto Zamudio Meneses quien se sabe que tiene la sospecha de haber adquirido este virus, por lo que sus allegados también estarían en una situación de riesgo.

Un aspecto importante es que la variante Ómicron es considerablemente más contagiosa que otras cepas de Coronavirus, según varios estudios que se han publicado en diversas partes del mundo, por lo que los casos que se tienen en Tlaxcala podrían ser mucho más que los siete que se tienen confirmados.

No obstante, factores como la vacunación qué hay en la entidad han sido fundamentales para que las hospitalizaciones y las muertes hayan disminuido de manera drástica, gracias al esfuerzo de las autoridades para inmunizar a la población.

Pese a esta situación, hay disponibilidad en los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y de la SESA.

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