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Un monto total de 41 millones 892 mil 212.83 pesos, es la cifra que la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) no ha logrado comprobar del ejercicio fiscal de 2021, cuando el rector era Luis Armando González Plascencia, quien al parecer, fue muy complaciente con sus trabajadores y extrabajadores, pues algunas de las observaciones fueron el pago excesivo de sueldos y salarios, compensaciones, el pago a personal ya despedido y hasta le entraron a rasurar los impuestos ante el SAT.
Por lo que ahora, el recién nombrado secretario general Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), tendrá que solicitar un permiso a su encargo para dedicarle tiempo, junto con el actual rector de la máxima casa de estudios en la entidad, Serafín Ortiz Ortiz, para solventar todas estas irregularidades.
Y es que durante un año, apenas y lograron comprobar el destino de otros 7.6 millones de pesos que también habían sido observados, no así los casi 42 millones de pesos restantes.
De acuerdo con el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), las principales observaciones de que fue objeto la UATx durante el ejercicio fiscal de 2021, fue que no reintegraron a la Tesorería de la Federación un monto de un millón 344 mil 203.73 pesos que simplemente no utilizaron durante ese año y que pese a que tenían que entregarlos en los primeros días de 2022, a más de un año, siguen sin devolverlos.
La ASF detectó que la universidad incurrió en un probable daño o perjuicio, o ambos, a la Hacienda Pública Federal por un monto de 4 millones 209 mil 274.64 pesos, más los rendimientos financieros generados que fueron destinados para el pago de remuneraciones no financiables por los conceptos de "estimulo único por desempeño"; "indemnización"; "prima de antigüedad"; "otros"; "reposición de días" y "salarios caídos" que no están debidamente justificados.
La UATx también incurrió en un probable daño patrimonial 19 millones 879 mil 513.86 pesos para el pago de 33 conceptos de remuneraciones que no fueron timbrados en los comprobantes fiscales digitales por internet, pues se identificó que cuatro conceptos que fueron reportados al Servicio de Administración Tributaria (SAT) fueron en exceso con respecto a la base de datos de nómina.
Destinaron 14 millones 578 mil 217.37 pesos para el pago de remuneraciones por concepto de sueldos y salarios en exceso al tabulador autorizado por el Consejo Universitario; destinaron dos millones 645 mil 86 pesos para pagar remuneraciones de plazas y categorías que no se corresponden con las plantillas del personal autorizadas en los contratos colectivos de trabajo, ni están autorizadas por el Honorable Consejo Universitario; de la misma manera destinaron un millón155 mil 890 pesos para pagos de remuneraciones posteriores a la fecha de baja de trabajadores, los cuales no cancelaron ni han reintegrado.
Esos son solo algunos de los presuntos excesos cometidos en la máxima casa de estudios de la entidad.