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  • Luis Castillo
Aunque ha removido a muchos funcionarios por ineptos, los principales siguen en sus puestos

Aunque han sido poco visibles, a casi dos años del gobierno lorenista, ha habido diferentes cambios en diversas áreas de la administración por causas que van desde la corrupción, ineptitud en inexperiencia, hasta la renuncia que han presentado algunos excolaboradores al no ver un rumbo claro de esta gestión.

El caso más claro de la ineficiencia y corrupción que hasta el momento no se ha querido aceptar que ha habido incapacidad, es el de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), donde ha habido tres titulares y tres encargados, uno peor que el anterior.

A ello se suma el cambio de Enrique Padilla para la llegada de Marco Castillo, quien terminó renunciando al cargo para dejar acéfalo el espacio de la rectoría de la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPT).

A su vez Enrique Padilla llegó al Conalep para ocupar el espacio del inepto, Moctezuma quien fue enviado a la Universidad Tecnológica de Tlaxcala (UTT).

A estos cambios se suma el de Noé Altamirano en lugar el añoso, Ignacio López Sánchez en la Secretaría del Trabajo, además de la salida de Humberto Macías de la gerencia de Ciudad Industrial Xicohténcatl y el arribo de la priísta, Gisela Lucero, quien no se sabe cómo engañó a la mandataria para ocupar esta plaza.

Un caso particular es el de la Coeprist en donde salió, Francisco Jiménez para dejar el espacio a la transa de su hija, Yazmin Jiménez, quien ya es señalada por diversos empresarios de utilizar el cargo para enriquecerse, presuntamente pidiendo dinero para no cerrar lugares o para abrirlos.

En Desarrollo Territorial se fue el gris Uriarte y llegó el poblano Diego Corona, mientras que en el Instituto de la Mujer, se fue Margarita Cisneros que apoyó durante años a la mandataria y llegó Nydia Cano, quien operó en contra de Lorena Cuéllar.

Y aunque son diversos los cambios, faltan movimientos en lugares estratégicos donde la corrupción e ineficiencia han sido más que comprobados pero siguen los titulares como si nada.

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