- Tlaxcala
A manera de insinuación, el coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el senado, Jorge Luis Preciado Rodríguez comentó que existe presión o falta de sensibilidad de los diputados federales en relación a las reformas a la Ley General Contra la Trata de Personas, al mismo tiempo que la senadora Adriana Dávila Fernández urgió sea aprobada esta modificación para tener el marco jurídico que se requiere y atacar este problema.
La presidenta de la Comisión Contra la Trata de Personas en el senado pidió que fuera aprobada la minuta para reformar la ley general para prevenir, sancionar y erradicar los delitos en materia de trata de personas, ya que mencionó que actualmente sólo el dos por ciento de los “padrotes” denunciados alcanzan una sentencia.
Asimismo, la senadora por Tlaxcala destacó que la Trata de Personas es el tercer delito más lucrativo para los delincuentes, ya que sólo es rebasado por tráfico de drogas y tráfico de armas de acuerdo con estadísticas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), por lo que urgió sean aprobadas las reformas que garanticen que los proxenetas mejores conocidos como “padrotes” sean sentenciados.
Lo más importante dentro de la reforma a la Ley Contra la Trata de Personas es que tipifica e grado de tentativa el delito y pone en sintonía 12 leyes al respecto, además de que constituye que existan realmente los fondos por parte del gobierno para atender este problema y a las víctimas y que no sea sólo simulación.
Dávila Fernández reconoció que hay un rezago importante en la materia debido a que las sentencias en comparación con las de los dos delitos más redituables son disparejas y esto deja en estado de indefensión a víctimas de los llamados “padrotes”, problema que de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pretende ocultar la procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Por su parte, Preciado Rodríguez insinuó que los diputados federales están siendo presionados o carecen de sensibilidad para que aprueben estas modificaciones que son urgentes, ya que “estamos hablando de la forma de esclavitud del siglo XXI, de trabajos forzados, de servidumbre forzada, matrimonios forzados, explotación sexual, laboral y tráfico de órganos, situaciones que afectan en toda la escala social”.