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Huamantla, Tlax.- Tras la muerte de Daniel Hernández Cruz, originario del Estado México y con 33 años de edad, el obispo de Tlaxcala, Francisco Moreno Barrón condenó los actos de barbarie y salvajismo que se cometieron durante la Huamantlada.
“Ahora uno de nuestros hermanos ha muerto y no es aceptable como el exponer la vida frente a estos nobles animales, sobre todo bajo los efectos del vino, peor aún cuando uno de los asistentes es agredido de tal forma que pierde la vida.
Esto luego de que el alcohol y las riñas le ganaron a los 25 toros que fueron soltados en el circuito de 17 calles donde se reunieron miles de gentes para aumentar su adrenalina, al final se desataron varias batallas campales entre pandilleros de Zaragoza, San José y San Lucas principalmente.
El saldo final fue el de una persona muerta, trece heridos, cinco de ellos por heridas de asta de toro, dos por caídas y seis más por los pleitos, de los cuales dos se reportan en estado de gravedad.
La Huamantlada causó el consumo desmedido e irresponsable de los asistentes provocó que los ánimos se caldearan entre la gente, iniciándose riñas entre propios y extraños se liaran a golpes, con objetos punzocortantes, piedras, palos y todo lo que encontraron a la mano.
Como ya es costumbre las pandillas de los barrios aguardan este día para saldar sus cuentas, sin importar el peligro en que ponen a las familias.
Mientras los policías municipales resultaron insuficientes, la situación se les salió de control, no hay información y menos se sabe sobre detenidos en estos desmanes, se ignora en realidad qué fue lo que pasó.
Al concluir la celebración de la misa principal de las fiestas patronales de San Luis Obispo, Moreno Barrón, dijo que es una lástima que en torno a estas fiestas de Huamantla, se sigan dando hechos vergonzosos.
“Si esto se hiciera de una manera organizada, con conciencia y responsabilidad, qué bueno sería, al estilo como se hace por ejemplo en Pamplona, en Europa, me parece que si los hechos lamentables que se han sucedido varios años, incluyendo muertes humanas, nos hacen pensar que se tiene que replantear esto”.
Se debe privilegiar la diversión sana, la salud, la integridad corporal, antes que una ganancia económica por los consumos exagerados de cerveza o alcohol, también aunque la gente que nos visita se divierte, la verdad es que se lleva una muy mala impresión.
Sobre todo cuando ve que no solamente salen a divertirse con los toros, sino que se divierten también unos con otros pelándose, exponiéndose y pareciera que volvemos a los tiempos de la barbarie.
Moreno Barrón agregó que nadie tiene derecho a divertirse a expensas de la dignidad y los valores de la persona, cuidemos nuestra propia dignidad y valoremos a las demás personas, para tener cimientos sólidos hacia una sociedad renovada.
“Una sociedad que encuentre los caminos del verdadero progreso, yo no digo que se quite esto, lo que digo es que se encauce y aquí tienen una gran responsabilidad las propias autoridades civiles, la iglesia también tiene que orientar y toda la ciudadanía tiene así mismo que colaborar con lo que le corresponde”, concluyó.
En Huamantla, hay malestar entre las familias que no se benefician de la Huamantlada, es decir las que no ponen sus negocios fuera de sus casas, ni mucho menos ganan dinero al colocar burladeros o gradas.
Indicaron que el problema es que no hay seriedad, la Huamantlada debe ser regularizada y reglamentada, pero la verdad es que le ha ganado la ambición a las autoridades.
El ayuntamiento sin rendir cuentas en verdad que hace su agosto, los de la Dirección de Comercio son quienes fijan los cobros desde los vendedores de semillas, la tolerancia para que la gente venda bebidas embriagantes en la vía pública.
El cobro de servicio de sanitarios, sin constatar si en verdad se observan las medidas higiénicas, la colocación de burladeros que se alquilan a precios estratosféricos y ni se diga de las gradas inseguras que amontonan a la gente, lo mismo que en las azoteas de edificios viejos.
Desde la noche anterior, con el desfile para instalar los burladeros es cuando de la noche a la mañana surge la “Gran Cantina Mágica de Huamantla” donde conservadoramente se calcula tan solo de cerveza se ingiere el contenido de dos tráileres con remolque.
La gente de Huamantla, explicaron nuestros entrevistados, “los que nacimos en esta tierra queremos que se conserve la tradición, porque en cada Huamantlada llegan de 300 a 400 mil personas, en esta edición del 2013 llegó más de medio millón.
Pero al no existir un reglamento caemos en el desorden y quienes tienen sus propiedades dentro del circuito tienen que entender y hacerles ver que es la gallina de los huevos de oro y la tenemos que conservar.
El regidor de salud, Hugo Monterrosas Sánchez dijo al respecto que debemos entrar en el orden, “a estas altura no nos podemos decir inocentes, como para pensar que no se va a vender alcohol”.
Tenemos que obligar al orden para que en el interior del circuito no se permita el paso de gente alcoholizada, hay que unificar burladeros, graderíos y procurar rutas de salida de emergencia, para evitar que los ebrios se jueguen la vida.
Lo que pasó el sábado fue la ausencia de la autoridad, hay un capitán del barco, que no hace acto de presencia, ni tiene la calidad moral para que lo respeten, el resultado es el caos total.
En Huamantla nos ganan las complicidades, se supone que hay argumento del edil Carlos Ixtlapale quien dice que hay que conservar la denominación de “Pueblo Mágico”, y que para ello se debe ordenar al comercio ambulante.
La verdad es que desde la noche que nadie duerme, el desorden fue total, los comerciantes ambulantes se apoderaron de las calles y es una muestra del colofón de esta administración.
Porque en Huamantla “hemos tenido presidentes municipales buenos, malos, regulares y peores como Carlos Ixtlapale”.
Lo bueno de todo esto es que los huamantlecos se organizan, por ejemplo los artesanos de manos mágicas no han permitido que meta las manos el ayuntamiento en su organización.
Por eso se conserva la tradición, pero en donde mete las manos el ayuntamiento todo se echa a perder y se corrompe, la dirección de comercio tiene tache, hoy hicieron no el año de Hidalgo, sino el de Carranza, porque les gana la voracidad, ya se van y no les alcanza.
Hoy brillaron por su ausencia los policías municipales, hay descontento entre los elementos, están mal pagados, esta administración es un desorden.
Carlos Ixtlapale dice que ni un regidor o presidente de comunidad le pueden exigir cuentas, de tal forma que no se sabe en dónde van a parar los millones y millones de pesos que cobran en los días de feria.
Es por eso que las familias de Huamantla, las que no se benefician le piden al gobernador Mariano González para que auxilie y rescate junto con la próxima administración, para volver al orden que regresen las tradiciones, que no se pierda la denominación de “Pueblo Mágico”.
Requerimos la presencia de una autoridad superior, le pedimos al Gobernador que se involucre para frenar el desorden y la anarquía, que se reglamente lo que está mal como es el caso de la Huamantlada.
Que venga con su autoridad para sumar esfuerzos, en esta feria lo notamos distante, queremos que se involucre para erradicar el pandillerismo, porque el mentiroso mayor de este municipio, prometió que desactivaría bandas delictivas, todo indica que las cosas han empeorado.
En Huamantla no se realiza una sesión de Cabildo desde mayo, no hay comunicación, mucho menos rendición de cuentas y la gente aún recuerda su juramento de guardar y hacer guardar la Constitución, por eso le decimos que es el “mentiroso mayor”.
Finalmente dijo que el pueblo no quiere un santo, sino que sea un ciudadano ejemplar que reconozca que todo se ha salido de control, hay que reglamentar en lugar de lamentar o que en un momento dado autoridades superiores ordenen que esta barbarie desaparezca.
Los huamantlecos somos gente de buena hechura, no nos gusta la violencia, queremos el orden, pero ante la ausencia de autoridad lo que prevalece es el desorden.