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Chiautempan, Tlax.- Desde hace dos años y ocho meses, las oficinas administrativas de las “Patrullas Ecológicas” permanecen cerradas, abandonadas, llenas de maleza y sin utilizar.
Mientras el gobierno de Mariano González se gasta millones y millones de pesos en el pago de rentas, como es el caso de las oficinas administrativas de la Secretaría de Salud, en el municipio sarapero.
Vecinos del lugar, muy cercano a un anexo anti drogas, en la colonia de “El Alto” y a un costado del carril de baja velocidad, rumbo a Puebla, se ubica el edificio que no es ocupado desde hace ya casi tres años.
Trabajadores de un taller mecánico, coinciden en señalar que es una lástima que el edificio no se ocupe, mientras se gasta el dinero en rentar otros espacios, “es un desperdicio”, consideraron.
En la Coordinación General de Ecología el hermetismo es total, nadie de los funcionarios sabe del tema, lo eluden y el titular Néstor Montañés Saucedo simplemente no se le puede ubicar.
Este “elefante blanco” se suma a las casi ruinas de la Plaza del Bicentenario, de la Central de Abastos y de algunas plantas de tratamiento, como lo ha dado a conocer puntualmente E-consulta Tlaxcala.
El tema de las patrullas ecológicas fue candente al final de la administración del panista Héctor Ortiz, el tema se politizó y todo parece indicar que Ortiz ordeno al ex perredista Fabián Pérez Flores que las retirara de circulación.
En realidad se trataba de un negocio redondo, ya que la verificación de los autos particulares, del transporte y todo aquel que se les atravesara, sus “funcionarios” abusaban de su autoridad.
Lo único que se logró con ese capricho, fue poner de moda los retenes que ahora vemos por todos lados y que son anticonstitucionales, por donde se le vea, se pasaron y se pasan por el arco del triunfo los derechos ciudadanos.
La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos ordena:
Articulo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento (…)
Sin embrago ni en tiempos de Héctor Ortiz y menos ahora los retenes han desaparecido, el pretexto es lo de menos, lo mismo retienen a los ciudadanos elementos federales, del Ejército o policías ministeriales.
El ejemplo de la “policía ecológica” prendió el foco de la ambición y ahora hasta los elementos policiacos de los municipios colocan sus conos, escogen puestos estratégicos y a detener a los automovilistas, con motivo o sil él.
El ex coordinador de ecología Fabián Pérez Flores firmó un convenio con la firma Trasnacional, S.A. de C.V., pero nunca dio a conocer el monto de las multas, ni el paradero del dinero.
Tras la intervención de diputados locales se suspendieron las actividades y se pretextó que “por sensibilidad política y social se suspendió a las patrullas ecológicas, en tanto se armaba todo el operativo de otra manera".
Fueron retenidas cinco mil placas; sin embargo, 22 mil automovilistas acudieron a verificar por su voluntad, alrededor de tres mil 500 pagaron sus multas, porque, las sanciones tenían validez legal.
En su momento muchos automovilistas manifestaron su preocupación por esta impopular medida que, autorizaba a una empresa particular para violentar los derechos de transito de las personas.
Quitaba de los bolsillos de los automovilistas de 1 a 30 días de salario mínimo por concepto de multas, además de que con dicho procedimiento se violaban los derechos humanos de las personas.
Total, que al cierre de la administración orticista, el Congreso aprobó un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo local para que suspendiera temporalmente la aplicación del programa de las patrullas ecológicas.
Esto debido a las quejas de los automovilistas en el sentido de que son sancionados hasta con mil 80 pesos por incumplir con la verificación vehicular.
Además, demandaron al ex gobernador Héctor Ortiz que revisara cada una de las medidas adoptadas por la CGE, en torno a la regulación de la verificación vehicular, para evitar la emisión de contaminantes.
Al final, las 21 patrullas ecológicas que concesionó la CGE a la iniciativa privada ya no se volvieron a poner en operaciones, el edificio como se puede constatar se encuentra en abandono.
En conjunto, esta es una muestra más del dispendio, de los caprichos de las ocurrencias del gobierno que le cuestan dinero a los tlaxcaltecas, tal y como ocurre con otros proyectos, más los que se vayan sumando.