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Los católicos celebraron a la virgen de Santa María Nativitas sin detonar un solo cohetón.

La explosión de pirotecnia que dejó más de 20 muertos en marzo pasado durante una procesión religiosa en Tepactepec obligó a los feligreses a modificar sus fiestas patronales y eliminar de ellas los cohetones.

Este domingo, los católicos celebraron a la virgen de Santa María Nativitas sin detonar un solo cohetón, sustituyeron la ofrenda a su santa patrona, de pólvora transformada en pirotecnia por flores y una banda de viento.

"La comunidad toma conciencia después de ese trágico accidentes, se puede ofrecer otra cosa, la música, las flores, y hacer a un lado los cohetes, las bombas, toda la pirotecnia, algo bueno salió de ese lamentable accidente", dijo Reynaldo Osorio Nava, párroco de la localidad.

El presbítero indicó que la música no le resta alegría a una fiesta religiosa donde ya no detonan cohetones.

Del templo de Tepactepec partió una procesión hacia la iglesia de Nativitas con una ofrenda de flores y tambora, ningún tipo de explosivo.

Lo anterior, derivado de la explosión ocurrida el 15 de marzo durante una procesión de católicos que llevaban de Nativitas hacia la iglesia de Tepactepec, sobre sus hombros, una ofrenda de miles de cohetones en honor a Jesús de los Tres Caminos.

En aquella fecha, la carga explotó sobre la calle Santa Ana, donde fallecieron 11 personas y más de 150 resultaron heridas. Tras terminar de atender la contingencia, la Secretaría de Salud (Sesa) reportó un saldo de 23 muertos y 131 sobrevivientes, de los cuales por lo menos 30 resultaron discapacitados al perder extremidades y sufrir daños en ojos y oídos.

Pablo Tlamatzi, integrante de una de las comisiones eclesiásticas, explicó que en este Municipio del sur de la entidad, los habitantes de cada uno de los barrios acostumbraban a hacer un intercambio de una salva de pirotecnia para celebrar a las imágenes religiosas.

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