• Pedro Morales
Diariamente hay enormes filas para recibir atención de especialistas.

Tzompantepec, Tlax.- Maribel Montes Carmona inició este viernes sus actividades de madrugada, hace cinco días trajo al mundo una niña, a la que los doctores le diagnosticaron la realización de una prueba de tamizaje.

Hay sospechas de que la recién nacida tenga problemas auditivos, de ahí que los estudios deben de realizarse a la brevedad, de su clínica rural en Tlaxco, su médico la envió con el especialista al Hospital Regional de Tzompantepec.

Con dificultades para caminar, por su reciente alumbramiento, esta mujer trajo a Tzompantepec a su recién nacida, le dieron cita a las ocho de la mañana para este viernes 22 de noviembre.

Por eso se levantó muy temprano, preparo la ropa de su bebe, despertó a su suegra, a su esposo y a su menor hija, todos partieron con rumbo al hospital, el transporte a esa hora escasea, un amigo los llevó en su taxi.

Pero una cosa es la amistad y otra el negocio, le cobraron 130 pesos, que no sabe de donde salieron, su esposo trabaja a veces en el campo, su madre vende cosméticos de puerta en puerta y la joven mujer no podía trabajar por su embarazo.

Al llegar a su cita, le informaron que no había especialistas, que le cambiaban la cita para dentro de un par de semanas, así de sencillo, sin mayores explicaciones, sin que les importara a los de trabajo social el esfuerzo realizado, se han deshumanizado.

No obstante, enfermeras y médicos residentes confirmaron a e-consulta Tlaxcala que el servicio de distribución de medicamentos ha mejorado en 80 por ciento, hay poca carencia y ya distribuyen material de curación para sacar los turnos sin racionalizar.

La vigilancia de una empresa privada en el interior del hospital no fue obstáculo para poder obtener fotografías que ilustran la carencia de personal especializado, sobre todo en el área de laboratorios, la demanda crece cada día.

Hombres y mujeres, sin importar la edad deben hacer grandes filas a la intemperie, para esperar su turno y presentarse a los estudios que ordenan los especialistas ya sea para detectar o confirmar algún padecimiento.

Es el caso de Guadalupe Huerta Tzompantzi, quien desde su hogar en San Francisco Tetlanhocan tuvo que viajar hasta Tzompantepec, para realizarse una muestra de sangre.

Comenta que ha padecido la falta de especialistas, sobre todo en el área de ultrasonido, no hay más que un doctor que solamente atiende por las tardes, las filas para esos estudios son enormes.

En caso de recurrir a un laboratorio particular los precios oscilan entre 40 y 500 pesos, pero en el hospital no hay espacio, las citas se prolongan hasta dos meses, el padecimiento avanza sin remedio.

Debe padecer por fuertes dolores en el abdomen, causados por cálculos biliares, pero eso no parece importarles a los encargados del ultra sonido, quienes insensiblemente recorren a voluntad las citas.

Una mujer trata de entrar con un par de sarapes, más bien cobertores, recibe el alto del guardia particular, quien le dice que debe de leer el nuevo reglamento, porque ya no se permite dormir en el interior del hospital.

Se ha restringido notoriamente la presencia de familiares de los pacientes, sobre todo de quienes están hospitalizados por alguna cirugía o a causa de un accidente, no importa, los accesos al hospital se parecen a los bancos.

No cabe duda que cada día se deshumaniza más el personal, sobre todo el de las áreas administrativas, no así la sensibilidad de las y los médicos especialistas, pero ellos nada pueden hacer.

Les llevan el control de citas, las agendas están saturadas y en caso de una operación, hay que esperar un par de meses, con el riesgo de que el mal empeore, de que a media noche se tenga una emergencia con posibles funestas consecuencias.

Ya han transcurrido tres años de esta administración, los pretextos para la ineficiencia se multiplican, al grado de que con todo cinismo se culpa a la pasada administración por los errores, las pifias y el mal servicio que brinda el Seguro Popular a los tlaxcaltecas.

 

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