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  • Pedro Morales
Un fracaso en lo que va del sexenio esta obra en materia de turismo

San Miguel del Milagro, Tlax.- Desde hace tres años el gobierno de Mariano González asegura que el turismo ha repuntado, que la industria restaurantera y hotelera recibe a miles de turistas, pero es la hora que  no arranca el proyecto de su “Parador Turístico en San Miguel del Milagro”.

Si se cuantificaran los miles de visitantes que acuden cada mes al santuario, se tendría como resultado que con curiosidad miran las instalaciones de lo que es una obra que lleva casi dos años sin estrenar.

Las ocho palmeras ya están muertas, solo quedan en pie tres de las ocho que trajeron a un costo de 85 mil pesos cada una, ya poco a poco se derrumban y representan un peligro mortal para los visitantes.

Lo bueno es que el sitio permanece cerrado, en medio de la soledad y la desolación, son varios millones de pesos los que se gastaron, hasta el momento en una obra que tiene mucha similitud con la Central de Abastos y la Plaza del Bicentenario.

El visitante no se explica la razón por la que los niños no juegan en su interior, las bancas no se utilizan, por las noches es una boca de lobo, la basura rodea el lugar, el abandono y daño en las estructuras es más que evidente.

Esta imagen negativa, al igual que esos reportajes sobre la trata de personas que se han difundido a nivel mundial por televisoras internacionales, invitan a la gente a no regresar a Tlaxcala, en este caso principalmente a sus zonas arqueológicas.

El fracaso raya en lo escandaloso, pasando por lo indignante que muestra una mala administración y peor orientación de la política y las estrategias en materia de turismo, sin embargo el problema no se quiere reconocer.

Hace cinco meses, el gobernador Mariano González hizo un llamado a los pobladores de San Miguel del Milagro, municipio de Nativitas, para que ayuden a continuar el proyecto turístico.

Porque dijo involucra de alguna manera a las zonas arqueológicas de Cacaxtla y Xochitécatl, ya que con la visita de miles de personas impulsarán el desarrollo económico de esa zona.

Durante la inauguración del mercado municipal de Nativitas, el mandatario estatal argumentó que su administración ha implementado una intensa y agresiva promoción turística de la zona arqueológica de Cacaxtla-Xochitécatl y del santuario de San Miguel del Milagro.

Ya que "aparte de la ganadería, esta zona tiene destino turístico y por eso necesito que la gente de San Miguel del Milagro apoye y ayude para lograr que se hagan de manera integral los proyectos que tenemos".

Sostuvo que el turismo se puede convertir en la puerta de un mejor y mayor autoempleo, porque muchas personas se pueden dedicar a la atención de los turistas.

Por lo que el gobierno estatal ha apoyado a 17 microempresarios de esa zona, quienes se han visto beneficiados con el mejoramiento de sus pisos y fachadas, y reciben capacitación para que cuenten con mejores herramientas para el control de sus negocios.

El gobierno del Estado inició la ejecución de obras para conformar un "complejo turístico" que abarque las pirámides de Xochitécatl, el basamento de Cacaxtla y el santuario de San Miguel del Milagro.

Pero la obra fue suspendida por la negativa de algunos pobladores de ese lugar.

Los vecinos decidieron, en asamblea de pueblo, que no permitirían la continuación de la obra, debido a que se molestaron por la detención de algunos de sus paisanos que exigían el cambio del párroco del santuario, Sergio Pérez Hernández  por negarse a la construcción de una tercera colecturía.

En esa ocasión los pobladores retuvieron a cuatro elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (Sspe), quienes fueron rescatados por sus compañeros y en el zafarrancho hubo varios detenidos, quienes tuvieron que pagar una fianza para obtener su libertad.

En el proyecto inicial, se pretendía construir una carretera que conectaría a ese complejo turístico con la autopista México-Puebla, a la altura del aeropuerto de Huejotzinco, incluso las negociaciones ya no avanzaron.

Se considera que por la negativa de algunos pobladores se dejen de invertir alrededor de 22 millones de pesos, toda vez que es necesario asegurar todos los taludes que están alrededor de la plaza que fue construida, pues así lo consideró el Instituto Estatal de Protección Civil (Iepc), ya que representa un riesgo para la población y los visitantes.

Los comerciantes de comida que trabajan en la explanada del santuario se niegan a emitir comentario alguno, tienen miedo y coraje por lo que ha pasado en este lugar, les da vergüenza decir que no se ponen de acuerdo.

“Queremos que venga Mariano, para que le responda al pueblo por las agresiones de sus granaderos, por eso no viene, porque sabe que ha ofendido al pueblo al meterse en asuntos que no le importan”, fue la opinión de Mario Vega Morales.

“No vamos a utilizar esas instalaciones, no sirven para nada, no nos benefician, es una obra hecha por capricho, es una imposición y por eso se va a convertir en basurero, no sirve para nada”, fue la opinión de la comerciante Maura Piscil.

“El pueblo no olvida, está en pie de guerra, queremos que Mariano venga con sus granaderos, de día o de noche no vamos a dejar que les peguen a nuestros padres, a nuestros viejos o a nuestros hermanos, aquí lo esperamos”, dijo el joven Andrés Sanluis Méndez.

La voz del pueblo se deja escuchar ante propios y extraños en tornoala obra que se decía sería la punta de lanza para atraer al turismo a Cacaxtla, Xochitécatl o a San Miguel del Milagro.

Caminar por el circuito de San Miguel del Milagro es entrar a la tierra de “los hombres alados”, ellos viven en lo alto, dominan el paisaje como desde tiempos inmemoriales.

Al subir el paisaje cambia, por un lado el imponente Goyo Chino Popocatépetl y su mujer dormida llenan la vista con sus fumarolas que se confunden con las nubes, el frío cala los huesos, el clima cambia.

Las calles se impregnan con los olores del campo, destaca el del amaranto tostado en el comal, que da vida al dulce de la alegría.

A lo lejos se vislumbra el gran basamento de Cacaxtla, adelante la pirámide de las flores del Xochitécatl.

Del otro lado se mira el valle de Puebla y Tlaxcala, las tierras multicolores forman interesantes mosaicos vigilados por una Malintzi de azul intenso, que recuerda al azul maya.

Desde lo alto, por las noches, todo parece transformarse, la autopista México-Puebla parece un gusano de luz, los focos de los pueblos parecen competir con las estrellas, es un pueblo que guarda sus tesoros y sus costumbres.

Allá en lo alto, frente al santuario de San Miguel se hacían sacrificios humanos, doncellas y mancebos eran azotados en piedras hasta que morían,  en la barranca del Zoapilotl, para calmar a los dioses.

Por eso se apareció el príncipe de los cielos, para combatir el mal, pero antes ya había llegado otro personaje alado, el “Hombre Pájaro”, ahí es donde se encuentra el “Hombre Jaguar”.

Ahora no son los dioses quienes deben de ser calmados, son los vecinos de San Miguel que como dignos guerreros tlaxcaltecas, no son rencorosos, pero no olvidan los agravios.

Mucha basura, maleza, abandono es lo que muestra a propios y extraños esta obra del actual gobierno que no se quiere quedar atrás, junto con la central de abastos y la plaza del bicentenario, este abandonado paradero no pide nada.

Pasan los meses y no se sabe para cuándo se inaugurará el parador turístico de San Miguel del Milagro, no se ve para cuando llegue a su conclusión.

Su principal promotor, personaje allegado de otros lares ha guardado silencio, no se sabe nada y tal parece que a nuestras autoridades una vez más las “chamaquearon”.

Dicen que es primo de Roberto Romano Montealegre, el titular de Secoduvi, que trajo sueños guajiros que le han costado muy caros a los tlaxcaltecas.

La inauguración no llega porque en principio debieron haber conciliado a los lugareños agredidos por los granaderos, a los ancianos, las mujeres y los niños.

Hay otro grupo muy poderoso, el de los ejidatarios que cuida la zona arqueológica de Cacaxtla y Xochitécatl, luego está otro grupo que es el de los comerciantes, también con poder para las decisiones.

Por si esto no bastara, está el grupo de la iglesia, fiscales y demás seguidores y fieles del Santo Patrono no iban  a dejar que otras gentes lleguen a sus lares y a final de cuentas los inconformes que se hacen llamar el pueblo, pues también exigen sus espacios.

Total que el citado parador significa el enfrentamiento de uno o más de estos grupos, totalmente radicales, porque siempre han defendido lo que es suyo.

Se ha informado que ya está lista la tercera etapa de este proyecto, en el que se han invertido 20.1 millones de pesos, cantidad que representa el 60 por ciento del total del Programa de Imagen Urbana destinado a Tlaxcala.

Que ya trabaja en el proyecto de construcción de una calzada que comunique a las zonas arqueológicas de  Cacaxtla y Xochitécatl, que son otros lugares que atraen turistas a la entidad y propician derrama económica a favor de los tlaxcaltecas.

Cabe recordar que en tiempos de José Antonio Álvarez Lima, se logró interesar al turismo nacional e internacional con una simple fórmula, la promoción adecuada y la conjugación con la cultura.

Ahora tal pareciera que cultura y turismo son como agua y aceite, cuando debieran ser el motivo para el arribo de miles de turistas, porque de que hay potencial lo hay, basta mencionar los bellos escenarios naturales.

Nuestras montañas, ex haciendas, la riqueza arquitectónica, prehispánica, la gastronomía que no se basa como ahora en San Miguel del Milagro, donde tal pareciera que al visitante lo invitan a echarse un sope o quesadilla.

Eso nos recuerda eso del “comes y te vas”, porque la pregunta es para qué sirve un paradero, cuando no hay un hotel de cinco estrellas donde vengan a pernoctar los europeos.

Es una lástima que se tire de esta forma el dinero, que por desavenencias políticas se construya infraestructura ociosa, ese es el resultado de este nuevo gobierno, que lleva tres años y para muestra de sus resultados, está este botón.